Aun cuando el gobierno federal decidió aplazar seis meses la aplicación del cobro de 42 dólares a cruceristas que atraquen en puertos mexicanos, la Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe (FCCA) reconoció la medida, pero manifestó su decepción por su “impacto devastador”.
El pasado seis de diciembre representantes de la FCCA se reunieron con funcionarios del gobierno mexicano, quienes les comunicaron que las reformas a la Ley Federal de Derechos, que contempla el cobro de 42 dólares americanos (860 pesos) a cruceristas entrará en vigor el 1 de julio de 2025 y no el 1 de enero.
Michele Paige, directora general de la Asociación, afirmó que es indispensable analizar las repercusiones de esta medida, más allá del retraso temporal de su aplicación.
“Agradecemos al gobierno mexicano por escuchar nuestras preocupaciones y proponer un retraso en la implementación del impuesto que afectará principalmente los ciudadanos estadounidenses.
“Sin embargo, la eliminación de la exención del impuesto en tránsito –que se proporcionó a nuestra industria hace más de una década por razones válidas que aún se aplican hoy en día– se hizo sin nuestra aportación previa y después de que la legislación fue aprobada”, indicó.
La ejecutiva calificó como “irónico”, que hasta que las reformas a la Ley Federal de Derechos fue anunciada “abruptamente”, la industria de cruceros buscaba aumentar su ritmo de negocios en México. “Ahora ocurrirá lo contrario”, agregó.
Paige consideró que hubo un “retraso en la comunicación por parte del gobierno federal”, lo cual “no demuestra un compromiso auténtico” para colaborar con la industria naviera.
“Si bien el aplazamiento propuesto proporciona un respiro temporal, la FCCA subraya que se requieren medidas más integrales para abordar las preocupaciones más amplias sobre el impacto devastador del impuesto en el turismo de cruceros, la economía de México y los medios de vida de sus comunidades costeras”, sostuvo.
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Además de los 42 dólares que se cobrarán a partir de julio del 2025, las navieras pagan otros 20 dólares (408 pesos) por impuestos y tasas que ya se cobran a las y los visitantes que atracan en puertos de México.
“Esto supone un asombroso 213 por ciento más que el costo medio en los puertos del Caribe, lo que plantea serias dudas sobre la competitividad de los destinos mexicanos en el mercado mundial de cruceros”, indicó la asociación.
Como ejemplo describieron el caso de una familia de cuatro personas que visite un puerto de cruceros mexicano y deberá pagar 168 dólares adicionales por concepto de tasas impositivas, por tan solo unas horas de permanecer en tierra haciendo algún tour o disfrutando de la localidad costera visitada, mientras que las y los turistas que crucen la frontera por tierra y realicen una visita de siete días o menos queden exentos de este impuesto.
“La FCCA advierte que imponer tal carga a los turistas de cruceros con un tiempo mínimo de estancia real en México disuadirá a los visitantes, alterará los itinerarios de los cruceros y creará efectos económicos en cadena en las comunidades que dependen en gran medida del turismo de cruceros”, subrayó.
Las navieras alertaron sobre las implicaciones, con solo una modesta reducción del 15 por ciento en las escalas de cruceros en puertos mexicanos.
“Podría anular los beneficios económicos previstos del impuesto”, expuso y detalló que con una previsión de más de 10 millones de pasajeros en 2025, incluso un descenso mínimo en el tráfico de cruceros supondría una pérdida de millones de dólares en ingresos para las empresas, excursiones y servicios locales, lo que anularía o incluso superaría los ingresos fiscales totales previstos con la medida”, dijo Paige.
El daño sería significativo para las comunidades dependientes del turismo en México, socavando el propósito del impuesto.
Para la Asociación Mexicana de Cruceros (AMEPACT), “el impacto de este impuesto en los destinos turísticos mexicanos será desastroso”.
Mencionó que, de implementarse, se prevé la disminución progresiva en la llegada de pasajeros por esta vía, lo que afectará significativamente el empleo de taxistas, guías turísticos, artesanos, meseros, restauranteros, dueños de tiendas de artesanías, farmacias y más.
“También perjudicará a los proveedores artesanales de regiones como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, y Sinaloa quienes respaldan a los puertos donde arriban los cruceros.
“La reducción en los ingresos derivará en la pérdida de empleos y en una menor recaudación fiscal para el gobierno. México perderá competitividad, convirtiéndose en uno de los destinos de cruceros más caros del mundo”, consideró.
Por la FCCA, Paige dijo que hay disposición para continuar el diálogo en torno a “una solución equilibrada”, que convenga a las navieras, a las y los pasajeros de crucero y a las comunidades costeras de México.
A nivel local la gobernadora de Quintana Roo, “Mara” Lezama, ha señalado que el cobro de 5 dólares a cruceristas a partir del 1 de enero de 2025 se mantiene “firme”.
Este nuevo derecho se dirigirá a un Fideicomiso que nutrirá un Fondo de Desastres Naturales y al financiamiento de proyectos de infraestructura turística que mejore la experiencia a cruceristas y la vida de las comunidades de Cozumel y Mahahual, principales puertos de crucero en México y el mundo.
LL