Resguarda fiscalía estatal 13 cuerpos sin identificar

Oaxaca de Juárez.— Los cuerpos de 25 migrantes que fallecieron mientras cruzaban territorio de Oaxaca permanecen resguardados en las instalaciones del Instituto de Servicios Periciales, adscrito a la Fiscalía General del Estado (FGEO) y de la Vicefiscalía Regional del Istmo de Tehuantepec, según datos proporcionados a EL UNIVERSAL.

De ese total, 16 cuerpos pertenecen a ciudadanos venezolanos y haitianos que murieron el pasado 6 de octubre, cuando el autobús en el que viajaban se volcó en los límites con Puebla.

De dichas víctimas hasta ayer se habían identificado 12 y no se tenían datos del resto. En su caso, actualmente hay un protocolo oficial para que, tras ser identificados plenamente, se proceda a la repatriación.

Los otros nueve cadáveres, precisa la fiscalía, pertenecen a extranjeros en tránsito que no han sido identificados ni reclamados por familiares ni autoridades de su país de origen. Este lunes EL UNIVERSAL publicó que en lo que va de este año suman al menos 50 los migrantes que han muerto en accidentes en carreteras de Oaxaca.

Volver al hogar

Bernardo Rodríguez Alamilla, fiscal general de Oaxaca, explicó que cuando un migrante muere en esta entidad su cuerpo es trasladado a Servicios Periciales, donde se realizan los dictámenes correspondientes, tanto la necropsia que marca la ley para determinar la causa del fallecimiento, así como los estudios necesarios para identificar a la víctima en caso de que no porten identificaciones.

“Ahí es donde se realizan estudios odontológicos, fotográficos, necrodactilares y se toman muestras de ADN, todo esto con la finalidad de saber ese cuerpo en vida a qué nombre respondió”, dice en entrevista.

Dice que lo más deseable es lograr la identificación mediante documentos o familiares que los estén buscando; no obstante, reconoce que esto pasa pocas veces.

“A veces están tan lastimados que necesitas una comparativa de ADN; la extraes y la tienes ahí hasta que des con un posible familiar con quien puedas hacer esa comparativa”, detalla.

Es hasta que se tiene plenamente identificada la identidad de un migrante fallecido, incluida la información sobre su nacionalidad, cuando se comienza el proceso de repatriación del cuerpo, para lo cual la fiscalía oaxaqueña establece comunicación directa con embajadas o consulados, proceso en el que se trabaja de manera coordinada con el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Anónimos y olvidados

Sin embargo, la identificación de migrantes fallecidos es mucho más compleja, sobre todo porque, detalla el fiscal oaxaqueño, en ocasiones no se puede ni siquiera determinar la nacionalidad de la víctima, lo que es posible si se considera que en esta oleada migrante el gobierno de Oaxaca ha identificado personas de al menos 16 países de cuatro continentes.

Pese a los esfuerzos, muchas veces la identificación no se logra, por lo que los cadáveres quedan en resguardo de forma indefinida y, aunque no hay un periodo establecido de tiempo, las condiciones de conservación del cuerpo indican el momento en el que éste debe ser finalmente inhumado, lo que se hace en distintos panteones de la entidad. Los restos son depositados en tumbas sin nombre, sólo diferenciadas por un folio.

“Cuando un cuerpo no ha sido identificado y es inhumado tenemos que saber todas las características que nos permitan identificarlo y saber exactamente dónde está sepultado, porque llegado el momento, si aparece una persona que presume que su familiar murió, se hace la comparativa del ADN, por eso tratamos de resguardar la mayor cantidad de evidencias posible”, detalla.

“Desafortunadamente, sí llega a haber cuerpos olvidados. Todavía tenemos registro de personas que fallecieron en altamar o una carretera y no tenemos una identificación plena de algún familiar o documento que nos permita determinar quién fue en vida”, finaliza el fiscal.