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Ciudad Juárez.— Aun cuando la frontera de Ciudad Juárez y El Paso, Texas se encuentra cerrada y se continúa aplicando el Título 8, de nueva cuenta comienzan a llegar migrantes originarios de Venezuela, Nicaragua y Ecuador con la intención de cruzar a Estados Unidos.
En tren, camión y hasta caminando es como se ha visto llegar a la frontera a los migrantes que debido a no contar con un albergue se dispersan por la zona centro de Juárez.
Afuera del Consejo Estatal de Población (Coespo) desde hace una semana se observan a grupos de migrantes, sobre todo familias, que han llegado y esperan la manera de solucionar su situación migratoria.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dicen que en el caso de lo caminantes que vienen de Venezuela, a diario salen personas con el fin de llegar hasta Juárez, pues aseguran esta es la frontera más fácil para cruzar ya sea por la cita con el CBP One o de manera ilegal.
“A diario están saliendo de allá [Venezuela] venimos a cruzar la frontera porque en nuestro país no hay futuro. Llegamos hace tres días en el tren”, dijeron unos venezolanos, quienes estaban afuera de una tienda en donde pedían dinero y algunos limpiaban los parabrisas de los automovilistas que pasaban por el lugar, para así conseguir ingresos y poder pasar los días, mientras que en otros casos acuden al comedor de catedral.
Cristina Coronado, coordinadora del Ministerio para Migrantes de la Sociedad Misionera de San Columbano, asegura que en el comedor instalado en la catedral a diario reciben migrantes que recién llegan a la frontera, ya que muchos de ellos le han perdido el miedo al Título 8.
Por día en el comedor se atienden alrededor de 400 personas migrantes, la mayoría de ellos venezolanos, sin embargo, cuando llegan muchos migrantes en el tren a la frontera llegan a recibir hasta 900 personas.
La coordinadora dice que la mayoría de los migrantes sólo están de paso por la frontera, por lo cual llegan a Juárez, buscan ayuda humanitaria, ya sea comida, dinero o algo de aseo personal y después buscan la forma de cruzar a Estados Unidos.
La mayoría de ellos tienen el futuro incierto, ya que aseguran que es imposible sacar una cita en la aplicación CBP One y al intentar entregarse en el muro fronterizo a los agentes de la Patrulla Fronteriza, son regresados de inmediato a Juárez.
Aunque la llegada de migrantes no ha representado un incremento mayor al que se tuvo hace algunos meses, los titulares de algunos albergues y de comedores sí han manifestado su preocupación por la llegada de más caminantes.
Para evitar el cruce ilegal, hasta ayer permanecía la vigilancia de los elementos de la Guardia Nacional de Texas a lo largo del muro fronterizo que divide Ciudad Juárez y El Paso.