Reporteros de Guerrero se reunieron con el relator sobre la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), David Kaye , donde le expusieron las condiciones en que se ejerce el periodismo en un contexto de violencia generada por los grupos delictivos.

“Nunca como ahora la libertad de expresión había estado en peligro, ni los periodistas se habían visto tan amenazados. En estos días, los periodistas trabajamos literalmente bajo fuego. Gobernantes, servidores públicos, grupos criminales y hasta sindicalistas, pareciera que nos tienen bajo la mira”, dijeron los reporteros al relator en un documento.

Este sábado en la Casa Diocesana, en Chilpancingo, el relator de la ONU dijo en un breve discurso que tanto el gobierno federal como el estatal deben castigar las agresiones contra de los reporteros. Además, los llamó a respetar la libertad de expresión y el ejercicio periodístico.

Después se reunió en privado con un grupo de reporteros, quienes en su mayoría han sido agredidos por grupos armados, policías y funcionarios públicos.

En el encuentro participó el corresponsal de Proceso, Ezequiel Flores, quien ha sido intimidado por hombres armados y por militares; el reportero del periódico El Sur, Zacarías Cervantes, a quien apenas hace 15 días siete hombres armados lo sometieron durante 20 minutos y le quitaron su celular.

Alejandro Ortiz, que en lo que va del año ha sido agredido en cuatro ocasiones; el corresponsal de La Jornada, Sergio Ocampo, a quien en mayo unos 100 hombres armados le quitaron su camioneta en un retén que instalaron en la carretera que comunica a la región de la Tierra Caliente.

Además, estuvo la corresponsal de El Sur en la Montaña, Antonia Ramírez, a quien guardaespaldas del gobernador Héctor Astudillo Flores la agredieron por no tener “la apariencia de reportera”.

Los reporteros entregaron al relator un documento firmado por las distintas organizaciones de periodistas. En el texto presentaron un informe sobre las agresiones que han sufrido este año.

“Tan sólo en este año, aquí en Guerrero se han perpetrado 34 agresiones en contra de 43 periodistas, la mayoría por parte de servidores públicos. El común denominador en todos los casos ha sido la impunidad, la protección y la complicidad de las autoridades con los agresores.”

El comunicado agrega: “El trabajo de los reporteros se desarrolla en condiciones de mucho riesgo. Guerrero es uno de los cuatro estados más peligrosos del país para ejercer el periodismo: el periodista hace su labor en medio de 29 grupos de civiles armados, entre bandas de delincuentes y autodefensas, de acuerdo a informes de Seguridad Pública. Pero paradójicamente, el 71.8 de las agresiones documentadas por organizaciones de periodistas en el estado, provienen de servidores públicos”.

msl

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