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“No sé cómo sucedió esto, mi niña va a estar bien, fue un accidente, un lamentable accidente, el descuido de un segundo”, expresó Julio Castro, dueño de “Kia” , la tigre que mordió la cabeza de su hija Camila Alejandra, de 7 años de edad.
"Es muy fuerte todo lo que está pasando, mi hija está en el hospital y no he podido estar con ella, mi esposa está esperando nuestro sexto hijo, uno de mis empleados fue detenido, los animales los resguardó la Profepa y los depositó en el Centro Ecológico de Sonora (Cedes) y son nuestra fuente de ingresos, es mi negocio a eso me dedico de manera legal", dijo.
Recordó que la noche del miércoles 24 de octubre, la familia fue al predio donde tenía tres tigres, una leona, un cocodrilo y otras especies exóticas, porque llevaron a enterrar un perro que se les murió.
Su hija se bajó del vehículo y se acercó a la jaula, la tigre la jaló con una garra y la alcanzó a morder, de inmediato la subió a un vehículo pick up para llevarla a un hospital del IMSS , pero se encontró una ambulancia, la llevaron a un hospital privado y después la trasladaron a una clínica del Seguro Social.
“Fue un grave descuido, todo ha pasado tan rápido, fue un accidente”, expresó al momento que repetía en susurros “mi niña está bien, mi niña está bien”.
La niña permanece hospitalizada , su estado de salud es delicado , pero estable , aseguró el padre.
En la visita que realizó EL UNIVERSAL al predio ubicado en la calle L y Calle O, al sur de la colonia Arco Iris, donde se encuentra un criadero de animales, el poseedor de los ejemplares, comentó que desde la mañana del jueves 25 hasta casi la media noche, personal de la Profepa estuvo en el lugar haciendo un levantamiento de especies exóticas para retenerlas y entregarlas en custodia del Cedes.
Este viernes 26 de octubre, a las 7.00 horas, personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) con auxilio de elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) se llevaron a los felinos y un cocodrilo.
“Detuvieron a mi empleado que los cuida porque estaba grabando como se los llevaron”, denunció.
Agregó que no siguieron un procedimiento adecuado para dormirlos, pues primero se les debe pesar para determinar la cantidad de medicamento que se les debe suministrar y eso no sucedió.
Tengo tantas cosas que hacer, pasé la madrugada con mi niña, tengo que ir a la PGR para ver la situación de mi empleado y ayudarlo a salir y además, debo ver las condiciones en que alojaron a mis animales, expresó Julio Castro.
Profepa asegura especies exóticas
Al respecto, la Profepa informó que se llevó a cabo el aseguramiento de tres tigres, una leona, 23 tortugas terrestres, un lémur y un cocodrilo a un particular que no acreditó la legal procedencia y contar con el registro de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y plan de manejo para el cuidado y manutención de animales silvestres.
“Inspectores de esta Procuraduría cumplimentaron orden de inspección en el predio donde se albergaban los animales ubicado en la colonia la Minita, del municipio de Hermosillo, Sonora; sin embargo ante la negativa del inspeccionado para llevar a cabo el aseguramiento de los animales se presentó denuncia ante la Delegación de la Procuraduría General de la República (PGR)”.
Mediante orden de cateo obsequiada por juez federal, la Profepa con apoyo de personal del Centro Ecológico de Sonora ( Cedes ) procedieron a la contención y manejo de los tres tigres de bengala, una leona y el cocodrilo, mismos que fueron trasladados para su cuidado al Cedes ubicado en la Ciudad de Hermosillo.
En estas labores se contó con el apoyo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, después de haber obtenido una orden de cateo de parte de un Juez Federal, ante el riesgo inminente de no garantizarse la seguridad de la ciudadanía, incluidos los habitantes del predio.
En el sitio, los inspectores observaron que las instalaciones o albergues no contaban con las suficientes medidas de seguridad, por lo que aunado a no acreditarse la legal procedencia y carecer del registro de Semarnat y plan de manejo aprobado por la misma Secretaría, se procedió a dictar como medida el aseguramiento y retiro de los animales del predio.
Mediante la diligencia se evidenció que no se cuenta con las condiciones de estancia, alimentación, resguardo, contención y de seguridad para la sociedad civil, como lo establece la Ley General de Vida Silvestre (LGVS).
Asimismo, durante la inspección sólo se encontraron chips de identificación en dos de los tigres de bengala, el resto de los animales carecían del sistema de marcaje, por lo cual se confirmó la no acreditación de la legal procedencia.
El registro y plan de manejo son requisitos señalados en la Ley General de Vida Silvestre, a fin de garantizar el trato digno y respetuoso de los animales, así como velar por la seguridad civil y de respuesta adecuada a cualquier contingencia.
La sanción en materia administrativa por faltar al trato digno y respetuoso a ejemplares de la vida silvestre consiste en multa por el equivalente de 20 a 5 mil veces la Unidad de Medida y Actualización, acorde a la Ley General de Vida Silvestre.
Asimismo, el Código Penal Federal considera la pena de uno a cuatro años de prisión por la comisión de algún delito contra la gestión ambiental, comunicó la dependencia federal.