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Chilpancingo.— Xavier Olea Peláez presentó su renuncia como fiscal general de Guerrero por “motivos estrictamente personales”.
La mañana de ayer, en Casa Guerrero, Olea Peláez encabezó una conferencia de prensa con el gobernador Héctor Astudillo Flores en la que el único punto fue su renuncia.
El ahora ex fiscal afirmó que más tarde presentaría su renuncia de manera irrevocable al Congreso de Guerrero, agradeció el apoyo de Astudillo Flores durante su gestión y le refrendó su amistad.
Por su parte, el mandatario expresó su reconocimiento, “todo lo que se vino haciendo en la Fiscalía en tiempos muy complejos que se viven en Guerrero y en todo el país”.
Más pendientes que avances. Xavier Olea Peláez se va de la Fiscalía del estado con decenas de pendientes y con muchas declaraciones que molestaron, sobre todo, a las víctimas.
Desde el inicio de la administración de Héctor Astudillo, ningún funcionario estuvo tan presionado para que renunciara como él. Siempre permaneció en medio de la tormenta, pero aun así se dio tiempo para casarse en las playas de Acapulco Diamante.
Los últimos meses fueron insostenibles para Olea Peláez. En febrero, se dio el caso de los seis artesanos de Veracruz asesinados en Chilapa. Minutos después del hallazgo, Olea declaró que los cuerpos desmembrados eran de integrantes del crimen organizado.
Luego vino el asesinato de dos sacerdotes en la carretera Taxco-Chilpancingo. El fiscal afirmó que los religiosos habían asistido a una fiesta con grupos criminales, que bebieron alcohol y que a uno de ellos lo reconocieron como integrante de un grupo delictivo. Las declaraciones molestaron al obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, y pidió que el funcionario se retractara.
Después se presentó el caso de la youtuber La Nana Pelucas, también la criminalizó antes de tener los resultados de una investigación.
