La relación entre el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, y el ahora exfiscal General del estado de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, se caracterizó por acusaciones constantes.
El enfrentamiento más reciente se produjo tras el ataque registrado el pasado 27 de agosto contra el bar El Caballo Blanco de Coatzacoalcos, hecho en el que fallecieron 30 personas, cuando el gobernador morenista arremetió contra el fiscal, al señalar que la dependencia que encabeza había liberado a un hombre —Ricardo “N”, alias La Loca— señalado como el presunto autor material. Dicha acusación fue desmentida por la fiscalía estatal, la cual señaló que dicho individuo había sido entregado a la Fiscalía General de la República (FGR).
Desde que Cuitláhuac García tomó protesta como gobernador del estado, el pasado 1 de diciembre de 2018, los ataques y señalamientos mutuos fueron la norma.
Este choque se hizo más evidente en febrero pasado, cuando Cuitláhuac dijo a medios locales que los 366 asesinatos cometidos en la entidad durante los primeros 80 días de su gobierno no se debían a una falla en su estrategia de seguridad, sino a que el fiscal no había hecho nada por detener a los homicidas.
También criticó el desempeño de la fiscalía tras la matanza ocurrida el Viernes Santo en Minatitlán, donde fueron asesinadas 13 personas, y cuestionó su actuación tras la ejecución de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo Orea.
Jorge Winckler es amigo personal y fue abogado del exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien en 2016 lo propuso como titular de la fiscalía para encabezarla por nueve años.