A la que se le vino el mundo encima a pesar de justificarse con un “yo no fui”, nos platican, es a la secretaria de Educación de Sinaloa, Graciela Domínguez Nava, debido a la polémica que desataron los tenis “color Morena” que, de no ser por la intervención del gobernador Rubén Rocha (Morena), se hubieran entregado a los estudiantes para el próximo ciclo escolar. La razón, nos detallan, es que apenas se supo de la posibilidad de este diseño, a doña Graciela la acusaron de tener memoria muy corta, pues en la pasada Legislatura local, en la que ella fue diputada, impulsó reformas a la ley para que no se lucre con los uniformes y útiles escolares gratuitos, luego de que en 2020, el exgobernador y expriista Quirino Ordaz Coppel pretendía incorporar al diseño del calzado escolar el eslogan de su administración: “Puro Sinaloa”. ¡Qué tal!
Por atenderse en hospital privado llaman fifí a delegado
Muy criticado fue en Chihuahua, nos cuentan, el superdelegado Juan Carlos Loera de la Rosa, luego de que días atrás tuvo que ser operado para tratar trastornos en el disco lumbar. La razón, nos explican, es que pese a contar con hospitales públicos y hasta el Insabi a su disposición, escogió atenderse en uno de los hospitales privados más caros de la región, lo que le valió críticas de algunos que le echaron en cara unirse al lado “fifí” y olvidar la austeridad que él y su partido pregonan. Al final, nos señalan, lo cierto es que el delegado ya se está recuperando e incluso con las críticas, nos dicen que se encuentra optimista para regresar al ruedo.
Entre aspiraciones y egos
Desde Puebla nos revelan que no cayó muy bien a los círculos del poder barbosista la reciente visita del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. La razón, nos explican, es que sostuvo encuentros privados y públicos nada más y nada menos que con el coordinador del grupo legislativo de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, con quien el góber se ha dado hasta con la cubeta en los últimos meses, debido a que la sucesión gubernamental va muy adelantada. Entre egos, aspiraciones y cejas levantadas, así las cosas en la tierra del camote.