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Cecilio Gámez Portillo, diputado suplente del Congreso de Sinaloa, fue desplazado de su curul tras las elecciones. Dolido, dice que lo trataron como si “fuera un perro sarnoso”. Sin ninguna cortesía, ni notificación previa, lo borraron del grupo parlamentario del PRI.

“El secretario general del Congreso local, Simón Rafael Betancourt Gómez, no tuvo el valor de notificarme mi baja como diputado en funciones; con un auxiliar me envió el recado, sin mayores explicaciones”, narra el legislador.

Al igual que Gámez Portillo, al menos otros 49 diputados suplentes en seis estados diferentes dejaron de legislar tras las elecciones; los propietarios de las curules regresaron, en su mayoría, tras fallar en la búsqueda de la reelección o un nuevo cargo de elección popular.

De los 49 diputados locales que regresaron a sus congresos, tres ganaron en los comicios del pasado domingo 1 de julio, aunque salieron victoriosos volvieron para terminar de cobrar sus dietas y prestaciones. En contraste, los 47 legisladores restantes, pidieron volver tras la derrota en las urnas.

Cecilio Gámez es de uno de los estados donde mayor cantidad de diputados intentaron chapulinear; en total fueron 32 legisladores de Sinaloa los que pidieron licencia para repetir cargo o brincar a otro puesto, de ellos, 13 han vuelto con la derrota bajo el brazo y una intención puntual.

“Los diputados que regresan no lo hacen por tener temas legislativos pendientes, lo hacen por el cheque y el bono que esperan recibir a fines de septiembre, cuando concluya la legislatura”, relata el priísta.

Gamez Portillo revela que el compromiso con los 32 diputados suplentes que en abril de este año tomaron protesta, en su mayoría priístas, fue que los titulares no regresarían al trabajo legislativo, sin embargo, no fue así.

El regreso al jardín. Sonora, Sinaloa, Michoacán, Hidalgo, Tamaulipas y Zacatecas, son las entidades a las que los chapulines volvieron.

Los suplentes, que en ocasiones fueron calificados por algunos grupos como muy “verdes” para legislar, dejaron los congresos con un sabor amargo en la boca.

En Sonora, a partir del 2 de julio, volvieron a su curul 17 de 20 diputados locales que pidieron licencia para buscar otro cargo o reelegirse.

De las dos decenas de legisladores, sólo dos lograron salir vencedores en la elección, ninguno ha pedido volver a su curul.

Se trata de Célida Teresa López Cárdenas, que próximamente gobernará la capital de Sonora, y Fermín Trujillo Fuentes, quien se reelegirá como diputado local.

El legislador priísta Emeterio Ochoa Bazúa, quien perdió la elección por la alcaldía de Cajeme, tampoco ha regresado.

Cobro pendiente. En tanto, en Michoacán, regresaron a sus puestos 11 diputados locales, de los cuales 10 perdieron y una ganó, pero regresó a cobrar lo que le queda de Legislatura, su nombre es María Macarena Chávez Flores, del PAN, quien ganó la mayoría de votos por la alcaldía de Lagunillas.

En Tamaulipas, tras perder en las urnas, los legisladores Copitzy Hernández y Anto Tovar, del PRI; así como Óscar Martín Ramos, del partido Nueva Alianza, solicitaron su retorno al Congreso local con el fin de concluir su gestión como diputados.

Copitzy Hernández fue candidata a diputada federal en Río Bravo y Anto Tovar por Matamoros; que Martín Ramos fue aspirante al Senado.

Por otro lado, en Hidalgo, regresaron cuatro diputados locales que habían solicitado licencia temporalmente. Una de ellas fue Simey Olvera Bautista, quien contendió por una diputación federal y ganó.

En Zacatecas, nueve diputados buscaron reelección, de ellos, cinco lo lograron y cuatro no.

Hasta el día de hoy, sólo Mónica Borrego, de Morena, pidió reincorporarse, ella fue una de las votadas para repetir cargo.

En Morelos y Veracruz los diputados chapulines no tuvieron que separarse de sus cargos para hacer campaña y buscar el voto de los ciudadanos.

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