Tula.— Luego de varios días de tormentas en el centro del país, las lluvias dieron tregua a la población de Tula, lo que permitió que la inundación bajara y la gente regresara a sus casas... a medir el tamaño de su tragedia.

Afortunadamente, los pronósticos de nuevas y peores inundaciones por el escurrimiento o desfogue de presas que alimentan al río Tula no se materializaron.

Zonas del centro de la ciudad, donde el agua alcanzó entre dos y cuatro metros, incluido el Hospital General de Zona Número 5 del IMSS, amanecieron con una altura de entre 30 y 40 centímetros. Frente a este panorama, cientos de personas regresaron ayer a sus domicilios y comercios para sacar el lodo que dejaron las aguas negras y tratar de recuperar algo de sus pertenencias.

Muebles, ropa, aparatos electrónicos, mercancía, enseres domésticos y hasta vehículos estaban echados a perder; sin embargo, los últimos dos días soleados regresaron la esperanza de que poco a poco las cosas regresen a la normalidad e incentivan a la gente a volverse a levantar.

Al clarear el día, José Arturo Sampayo, comerciante de 64 años, fue de los primeros en comenzar las tareas de limpieza en su vivienda, que ocupa también como bodega de su negocio.

Dice que su familia está en un albergue, pero él no se ha despegado de su casa porque los rateros están muy activos. Narró que durante la noche tuvo que sacar su rifle y disparar tres veces al aire para alejar a los asaltantes, que ya se querían meter a su hogar.

En tanto, cuadrillas del Ejército comenzaron a remover toneladas de lodo de las calles del centro de Tula, con el apoyo de algunos vecinos. Por su parte, comerciantes se organizaron para levantar un censo y hacer un cálculo de las pérdidas económicas, con el fin de solicitar apoyo al gobierno municipal.

En la plaza principal de la ciudad, cientos de propietarios de negocios hicieron fila para registrarse y presentar una lista de muebles, equipo, mercancía y otros bienes afectados.

Daniel Castro, de la Asociación Pro Jardín, informó que hasta las 14:00 horas de ayer se tenían más de 500 registros.

Las pérdidas también se extienden a los municipios de Ixmiquilpan, Tezontepec de Aldama y Tlahuelilpan, donde hay miles de negocios y casas dañadas; los afectados en la entidad se estiman en más de 70 mil.

En algunas colonias, incluso, hay viviendas que presentan daño estructural.

En toda la región, unos 383 elementos de la Guardia Nacional fueron desplegados para auxiliar a la población en la limpieza y remoción de escombros; también empezaron a distribuir despensas.

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