Chilpancingo.- Taxis y urvan volvieron a las calles de la capital de Guerrero, pero no todos: la mayoría sigue sin salir por el temor de ser atacados por las organizaciones criminales, pese la operación de vigilancia de soldados del Ejército, la Guardia Nacional y la Policía Estatal.
El gobierno de Guerrero anunció que desde el viernes 40 por ciento de taxis y 20 por ciento de urvan reanudaron el servicio.
Este sábado, el servicio del transporte público se fue restableciendo, sin embargo, algunos choferes lo hicieron con un aumento en la tarifa. Por ejemplo las urvas pasaron de ocho a diez pesos el pasaje; mientras que en los taxis la tarifa mínima la pasaron de 60 a 80 pesos.
Los taxis y las urvan aún son insuficientes, en cada ruta hay muy pocas unidades.
Según el gobierno del estado el servicio se irá restablecido paulatinamente. Hasta ahora no se informado y el lunes también se reanudan las clases.
Sin embargo, los usuarios se subieron a las unidades tras cinco días de ausencia.
La mañana del lunes, en menos de dos horas, fueron asesinados cuatro choferes, uno de una urvan de ruta local; dos de rutas foráneas y uno de un taxista, este último fue quemado dentro del vehículo.
Tras estos asesinatos, Chilpancingo casi se paralizó. El martes todas las escuelas suspendieron las clases, muchos comercios cerraron y otros redujeron sus horarios. A las 6 de la tarde las principales calles y zonas comerciales se comenzaban a ver desérticas.
En respuesta, el Ejército, Guardia Nacional y la Policía Estatal implementaron una operación de vigilancia en toda la ciudad, sin embargo los ataques no han parado. Ya con la ciudad blindada han quemado urvan y taxis.
En este año, Chilpancingo es la tercera ciudad que se paraliza por la falta de transporte público. Primero fue Acapulco y luego Taxco.
En ninguna de las tres ciudades el servicio está restablecido al cien por ciento.
En Taxco, por ejemplo, 50 por ciento de las unidades están dando el servicio y las escuelas públicas están dando clases de manera virtual.
rcr