Un centenar de policías estatales se integraron en las recientes horas a las tareas preventivas y de seguridad en el municipio de Chalchihuitán, donde autoridades locales, organismos de derechos humanos y desplazados alertaron de riesgos y disparos permanentes de sus vecinos de Chenalhó.
José Luis Llaven Abarca, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que con los nuevos elementos desplegados en la zona de conflicto limítrofe suman 250 los policías establecidos en esa región, dedicados a tareas preventivas y de vigilancia, de apoyo, envío y entrega de víveres y medicamentos.
El refuerzo policiaco, apuntó, impulsará el trabajo coordinado con dependencias de los tres niveles de gobierno en tareas de disuasión y prevención, puntos de inspección vehicular, tramos carreteros y de difícil acceso de la cabecera municipal y comunidades de Chalchihuitán.
Llaven Abarca agregó que, además con la habilitación del Centro de Desarrollo Comunitario, la policía estatal podrá ofrecer asistencia ciudadana con el apoyo de brigadas de prevención interinstitucional.
Con esas acciones, afirmó, se refrenda el compromiso del gobierno estatal de proporcionar seguridad y medidas preventivas a ese municipio, con el objetivo de generar condiciones de paz y tranquilidad.
En días pasados, el vocero de las 36 comunidades de Chalchihuitán, Marcos Pérez Gómez, dijo que a pesar del dictamen del Tribunal Unitario Agrario (TUA) que pide reponer el proceso de deslinde de tierras “no han parado los disparos de los paramilitares que operan en la zona”, principalmente en Patkantel, Pacanam, Lobolaltik, Kotolchij y Balunaco.
A más de un mes de que el conflicto se reavivó, la cifra de desplazados fallecidos de esa demarcación asciende a 11, informó en su momento el coordinador de la Pastoral Social en Chiapas, Marcelo Pérez.