Ciudad Juárez.— La violencia familiar en este municipio forma parte de los principales delitos que se atienden en los números de emergencia; muchos de los casos se tratan de hombres que violentan a sus parejas, madres y hermanas por cuestiones sentimentales o hasta económicas.
Para atender dicha problemática, en 2022 se creó en la localidad el primer Centro Municipal para la Atención y Trabajo con Hombres (Cemath), el cual se localiza en el suroriente de la frontera, una de las zonas donde más casos de violencia de este tipo se atienden.
Este centro forma parte de las acciones que se implementaron en Ciudad Juárez por parte del gobierno municipal, el DIF local, así como el Instituto Municipal de la Mujer (IMM) y dependencias como la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) dentro de la estrategia Florece, que busca reducir la violencia familiar y en contra de la mujer.
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Juan Alejandro Anguiano, coordinador del Cemath, explica en entrevista con EL UNIVERSAL que la población objetivo del centro son los hombres, pues se pretende incluir en sus diversas etapas de vida la igualdad, la prevención de la violencia en contra de las mujeres y promover una cultura de paz.
Para ello, se trabaja en tres niveles de prevención, los cuales se dividen en prevención primaria, donde se acerca la información a centros escolares, espacios comunitarios y demás áreas.
En la prevención secundaria se busca llevar la información a los jóvenes que ya llegan a manifestar comportamientos de violencia y agresividad contra las mujeres.
Por último, trabajan en la prevención terciaria, que es cuando ya se presentó violencia, por lo cual en esta etapa ya se busca reeducar a quienes la ejercen, ya sea jóvenes u hombres adultos.
“Con hombres adultos estamos trabajando todo lo que tiene que ver con el ejercicio de la violencia en el contexto de las relaciones de pareja, expareja o en el interior de la familia, y son hombres que llegan canalizados por distintas vías”.
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De acuerdo con lo que explica, en algunos casos los hombres que llegan para ser reeducados son dirigidos por el Poder Judicial del Estado a través del Instituto de Sistemas Previos al Juicio, por lo que se suspende su proceso penal o jurídico, se les pone a prueba y se les impone que acudan a un programa sobre la violencia contra la mujer.
También están aquellos hombres que ya cumplen una sentencia por el delito de violencia familiar y son canalizados por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y la Fiscalía General del Estado (FGE) para que trabajen en este tema.
También están aquellos hombres que son dirigidos por alguna organización civil o quienes llegan solos para recibir la ayuda.
“Es un fenómeno bastante relevante [que se acerquen de forma voluntaria], porque una de las resistencias a las que nos enfrentamos en el trabajo con los hombres es el reconocimiento del ejercicio de la violencia y que asuman una responsabilidad”, explica Anguiano.
Los tipos de violencia que se presentan son sicológica, física, patrimonial, económica, sexual y vicaria, las cuales muchas de las veces los hombres la minimizan, la niegan o la justifican.
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Procesos de reeducación
De acuerdo con el titular del Cemath, los procesos de reeducación en algunos casos pueden tardar hasta un año o año y medio.
Un ejemplo de ello, es el caso de un hombre que llegó al Cemath y de quien se omite su identidad porque fue canalizado por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
La persona que recibe el tratamiento es comerciante en la zona fronteriza con Estados Unidos, y es acusado de intentar lastimar a su pareja con un machete.
Por lo que la mujer llamó a la policía y él se quedó detenido varios días en el Cereso Estatal 3, posteriormente fue canalizado al Cemath donde comenzó su proceso de reeducación. Al lugar llegó con resistencia y sin reconocer la violencia ejercida. Por lo que en las terapias se trabajó para identificar los tipos de agresión y tomar acuerdos de manera equitativa con la pareja, aunque no se retomó la relación sentimental.
Para ello, se llevó un año y medio de terapia y a la fecha se mantiene activo en el proceso por voluntad propia.
De acuerdo con Anguiano, se lleva a cabo una etapa de sostenimiento, donde la intención es estar en revisión permanente, ya que no se atiende la violencia como una enfermedad, sino como un proceso de autovigilancia continua.
Las estadísticas
El Cemath abrió en julio de 2022 y a la fecha ha atendido en los diversos programas de prevención a más de 6 mil 910 hombres.
De acuerdo con las estadísticas compartidas a EL UNIVERSAL, a la fecha se han brindado más de 8 mil 649 servicios, de los cuales 2 mil 288 son sesiones grupales, 882 terapias grupales, 568 hombres atendidos en empresas en Juárez, 4 mil 391 jóvenes atendidos en escuelas, entre otros programas.
Debido a que este delito es el más recurrente en la localidad, se espera que próximamente se abra otro centro en Ciudad Juárez y así ayudar a disminuir la violencia contra la mujer en esta zona del país.