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Salina Cruz.— Los recortes presupuestales a los programas de ordenamiento y vigilancia de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y los altos costos en los combustibles están hundiendo a la industria pesquera de altamar y ribereña, advirtieron representantes locales de productores de camarón.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola, Humberto Becerra Bautista, lamentó que los actuales diputados federales le hayan “rasurado” unos mil millones de pesos al presupuesto de la Conapesca, del cual 70% estaba destinado a la vigilancia en los 263 municipios costeros del país.
Sin inspectores, advierte, se ha incrementado la pesca ilegal en el periodo de veda y cuando comience la temporada de captura de camarón en altamar, aumentará la pesca furtiva, “ello propiciará un descenso en la producción y habrá menores ingresos para las familias de pescadores”.
Aunado a ese problema, los altos costos en el diésel marino y en la gasolina para embarcaciones menores le restan competitividad a la industria pesquera frente a otras naciones, como Ecuador y Costa Rica, que disputan el mismo mercado norteamericano al que le vende México, dice Becerra Bautista.
Mientras en Ecuador un litro de diésel marino cuesta el equivalente a seis pesos mexicanos, en Costa Rica vale 13 pesos, en Estados Unidos, 10, y en México, 20.
En duda para la pesca. En el muelle de Salina Cruz, 39 embarcaciones camaroneras están a la espera del capital para comprar el combustible necesario para la temporada 2019-2020, que inicia en septiembre y termina en marzo.
Desde hace 30 años, nunca habíamos vivido una crisis así, lamenta Ignacio Pérez Cervantes, propietario de varias embarcaciones.
Señala que cada barco debe cargar 45 mil litros de diésel por cada viaje de 30 días en altamar. A los precios actuales, eso significa comprar 900 mil pesos de ese combustible por mes, y para pagarlo debe traer en promedio siete toneladas de pesca, equivalentes a un millón 400 mil pesos.
El problema es que en el golfo de Tehuantepec, que abarca a Oaxaca y Chiapas, la producción de camarones cayó y en cada viaje apenas traen unas tres toneladas, equivalentes a 600 mil pesos.