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Guadalajara.— Los cuerpos de cientos de personas que entre 1997 y 2015 fueron incinerados por el Servicio Médico Forense (Semefo) de Jalisco nunca podrán ser identificados, debido al mal manejo que se dio a estos cadáveres, reconoció el coordinador del gabinete de Seguridad, Macedonio Tamez Guajardo.
“No se seguían los protocolos, de ahí el desorden que había y el mal manejo de restos; sí, hay cenizas ahí almacenadas, restos que ya no se pueden identificar por razones obvias y se está agotando un procedimiento legal para disponer de ellas”, señaló.
Aunque el funcionario estatal no precisó el número de cuerpos incinerados que no podrán ser identificados, en respuesta a solicitudes de transparencia, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) informó que desde 1997 —un año antes de la creación de esta institución— y hasta 2015, se cremaron en Jalisco los cuerpos de 2 mil 755 personas, de las cuales —hasta octubre de 2018— sólo habían sido identificadas 268.
Además, el instituto especificó que fue hasta 2006 cuando se comenzaron a realizar perfiles genéticos de los cuerpos de personas no identificadas antes de cremarlos, ya que anteriormente para tratar de identificarlos se utilizaban técnicas de antropología forense, reconstrucción craneofacial, fotografía, odontología y dactiloscopía forenses.
Tamez Guajardo, quien en 1998 fue el director fundador del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, señaló que al revisar las condiciones en que el anterior gobierno estatal —encabezado por el priísta Aristóteles Sandoval— dejó esta institución, se encontró un desorden que incluye aviadores, personas contratadas sin tener el perfil para desempeñar su trabajo, y más personal administrativo que operativo.
Mal antecedente. En septiembre pasado se hizo pública la crisis por el mal manejo de cuerpos en el IJCF, que ante la mala administración acumuló más de 447 cuerpos no identificados y 322 de ellos fueron almacenados sin ningún cuidado en un par de cajas de tráiler con refrigeración.
En esa ocasión, el ex director del instituto, Luis Octavio Cotero Bernal, señaló como factores de la crisis la falta de personal operativo, así como de infraestructura para resguardar los cuerpos de personas no identificadas, puesto que por ley éstos ya no se deben cremar.
Tras el despido de Cotero Bernal, el gobierno de Sandoval nombró como director a Carlos Daniel Barba Rodríguez, quien aseguró que el problema se debió a la falta de coordinación entre las áreas de la dependencia.
Aunque Cotero Bernal y el entonces fiscal del estado, Raúl Sánchez Jiménez, fueron removidos de sus cargos por el escándalo que generó el mal manejo de los cadáveres, hasta ahora no se ha iniciado ningún proceso administrativo o penal contra ningún funcionario del IJCF o de la anterior administración.
Al respecto, Tamez Guajardo aclaró que aún no concluyen los procesos de entrega y recepción de cuerpos, por lo que se debe esperar a que éstos finalicen para determinar cómo se procederá; además, por este mismo caso la Contraloría del estado tiene abierta una investigación.
Garantizan proceso de ley. El coordinador del gabinete de Seguridad señaló que actualmente en el IJCF se siguen los protocolos establecidos para la identificación y resguardo de cuerpos; además, aseguró que el tiempo de entrega de un cadáver a sus familiares se redujo de 36 a ocho horas.
“Ya se está dando curso a los cadáveres de desconocidos, a todos se les toma fotografía del rostro, de tatuajes, de malformaciones físicas, se toman huellas digitales, se toma placa odontológica y código genético, de tal manera que si ya no se puede entregar a nadie, porque no es reconocido, se sepulta como debe ser, pero ya está el registro de identificación por si alguna vez aparece un familiar, y entregárselo”, indicó.
Señaló que ya se cuenta con un espacio adecuado pare resguardar los cuerpos en tanto se elabora la ficha de identificación y se espera a que aparezca un familiar o se envía a un sitio asignado, especialmente en los panteones municipales de El Salto y Guadalajara.