Las Fuerzas Armadas están unidas “por lazos indisolubles con todos los mexicanos y como hermanos tenemos el deber de luchar como uno solo para alcanzar los objetivos nacionales: ayudar a los hermanos en desgracia, erradicar la inseguridad, la violencia y la injusticia”.
Así lo afirmó el general Germán Javier Jiménez Mendoza, comandante de la Novena Región Militar, durante la ceremonia en la que se conmemoró el 170 aniversario luctuoso de los Niños Héroes, presidida por el gobernador Héctor Astudillo Flores.
“Las Fuerzas Armadas no dejaremos de luchar por mantener inmaculada la gran herencia que nuestros pasados nos legaron para hacer entrega a esas nuevas generaciones de una patria libre y soberana. Un México grande, un país admirado y respetado en el concierto internacional”, dijo.
En las instalaciones del 50 Batallón de Infantería de la 35 Zona Militar, el mandatario reconoció la entrega, sacrificio, lealtad y solidaridad de las Fuerzas Armadas para con la población civil, sobre todo cuando enfrenta problemas derivados de los fenómenos naturales.
Señaló que nadie puede poner en duda el patriotismo y el valor de cada uno de los elementos del Ejército Mexicano y de la Marina Armada de México, porque acuden al llamado de la población, sin importar el sacrificio que tengan que hacer, como es incluso perder la vida en cumplimiento de su deber.
“Hoy libran una batalla, por los embates de fenómenos naturales, como el sismo que afectó a Chiapas y Oaxaca, en especial a este estado colindante con Guerrero”, expresó el gobernador de extracción priísta,
Ante los invitados especiales como legisladores federales y locales, servidores públicos federales, estatales y municipales, así como maestros y alumnos de escuelas de la capital de la entidad y de la presidenta del DIF Mercedes Calvo, el gobernador rindió homenaje a los niños que entregaron su vida, hace 170 años.
Y qué mejor homenaje para ellos que reconocer a “quienes todos los días se suman a los trabajos para sacar adelante el país: las Fuerzas Armadas”, expuso e hizo un llamado para que el legado de heroísmo y valor que “nos heredaron los Niños Héroes se refrende todos los días con nuestras acciones cotidianas, pues Guerrero debe seguir haciendo buena historia”.