Santa María Ixcotel, Oax.- Los golpes con maderas y látigos fueron reales, tanto que la espalda de Pablo terminó hinchada y a punto de sangrar. Pero fue su fe, pasión y propósito representar a Jesucristo este año, desde la cárcel.
La Penitenciaría Central de Oaxaca fue por un instante Judea, para la escenificación de la crucifixión de Jesús , ocurrida entre los años 30 y 33 d. C.
Al mediodía de este viernes, la población carcelaria católica rememoró el pasaje bíblico como desde hace 20 años lo acostumbra en este penal, el más grande del estado con casi mil internos.
Foto: Lizbeth Flores
En esta ocasión, Pablo H. R., de 37 años de edad, recluido desde hace cinco años, interpretó a Jesús, para lo cual se preparó durante dos meses.
" Se me hace algo muy bonito el representar el papel de nuestro Señor Jesucristo , veo que mucha gente se está cambiando de religión, y yo con esto quiero que vean que nuestra fe en la religión católica sigue fuerte", narra el hombre, quien ha participado durante tres años en la representación del viacrucis, solo que en otras ocasiones escenificó a soldados romanos.
Participaron alrededor de 50 personas privadas de su libertad , que fue presenciada por familiares de los recluidos y por autoridades de Reinserción Social, de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO).
Foto: Lizbeth Flores
Incluyó todos los pasajes, como el ahorcamiento de Judas, los azotes con maderas y látigos; la crucificción en un madero, y la sangre a punto de brotar en la espalda de Pablo, debido a los golpes.
Fomentar reinserción
Para el director de la Penitenciaría, José Jarquín, esta actividad es una forma de fomentar la reinserción social de las personas recluidas, por lo que desde hace 20 años mantienen esta tradición.
El penal de Santa María Ixcotel recientemente obtuvo una calificación de 5.52
, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien señala que al interior del reclusorio persiste la sobrepoblación, el hacinamiento, autogobierno, infraestructura en mal estado y falta de capacitación al personal de seguridad, principalmente.
Al respecto, el director negó tales observaciones realizadas por la CNDH:
"La Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene algunos estándares muy propios, reprobamos en infraestructura, eso es algo que no podemos cambiar , no podemos volver a hacer el penal. La Penitenciaría tiene una capacidad para 950 internos, ahorita tenemos 823, no tenemos ni sobrepoblación ni autogobierno", asegura.
De acuerdo con el informe del organismo, el penal de Ixcotel tiene una población de 899 personas privadas de su libertad cuando su capacidad es para 850 internos.