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Los contingentes de maestros fueron los que más se hicieron notar en la conmemoración del Día del Trabajo en los estados, puesto que en al menos tres entidades, Guerrero, Chiapas y Oaxaca, realizaron destrozos y pintas al paso de su marcha.
En Guerrero, los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) irrumpieron en el templete donde funcionarios federales y municipales presenciaban el desfile y minutos antes había estado la alcaldesa de Acapulco, la morenista Adela Román Ocampo, quien se retiró antes de la llegada de los maestros.
Los profesores corrieron a regidores y diputados federales de Morena, a quienes recriminaron que no se aprobara la contrarreforma educativa en el Congreso de la Unión.
En Oaxaca, al menos unos 15 mil trabajadores del gobierno estatal, del ayuntamiento, del magisterio, de la iniciativa privada y de dependencias federales marcharon por separado en la capital del estado y zona conurbada.
La Sección 22 del magisterio anunció que suspenderán actividades este jueves, además de otro paro de tres días a partir del 15 de mayo.
La organización reiteró su rechazo al dictamen de ley educativa propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador —devuelto por el Senado a la Cámara de Diputados— e insistió en la cancelación total de la reforma.
Los maestros marcharon del monumento a Benito Juárez al zócalo oaxaqueño y durante el trayecto, un grupo de individuos hizo pintas a bardas y fachadas de inmuebles públicos y privados.
En Chiapas, los docentes de la CNTE marcharon en Tuxtla Gutiérrez, donde anunciaron que se unirán a los paros de labores organizados por sus pares de Oaxaca.
En contraste, en Hidalgo, al menos 40 mil maestros se concentraron en la plaza Juárez, donde la Sección 15 del magisterio se pronunció a favor de la reforma educativa impulsada por Morena.
Otros sectores. En Guanajuato, los diversos contingentes obreros, taxistas, maestros y personal médico exigieron respeto a sus derechos laborales y solución a los problemas de inseguridad.
En Salamanca, por primera vez en 50 años no se realizó el desfile por la violencia que se padece, mientras que en Celaya, gaseros, choferes y empleados de la industria embotelladora mostraron pancartas de repudio a los crímenes y a gritos reclamaron resultados inmediatos ante la problemática de inseguridad.
En Sinaloa, los docentes reclamaron devolución de fondos, trabajadores del sector salud exigieron plazas dignas, universitarios pugnaron por respeto a la autonomía y padres de familia criticaron la desaparición de guarderías.En Hermosillo, Sonora, más de 20 mil trabajadores desfilaron por la avenida Rosales, reclamaron que la quiebra del Isssteson afecta a alrededor de 180 mil derechohabientes.
En Nogales sorprendió el contingente de una agrupación de reciente creación de búsqueda de desparecidos que se manifestó frente al palacio de gobierno.
La CTM por tercer año consecutivo no participó en el desfile y sólo realizó un evento privado.
En Michoacán, sindicatos y organizaciones se manifestaron principalmente en Morelia y Lázaro Cárdenas, sin que se registraran incidentes.
En Yucatán, por primera vez en décadas, la conmemoración del Día del Trabajo se celebró sin la presencia del gobernador panista Mauricio Vila, quien mediante un video advirtió que los trabajadores burócratas del gobierno del estado no estarían obligados asistir a esos eventos.
También se efectuaron movilizaciones sin incidentes en Morelos, Jalisco, Nayarit, Colima, San Luis Potosí y Tamaulipas, en este último estado, en las instalaciones de la CTM se desplegó una manta con la leyenda: “Exigimos fuera manos Napoleón Gómez Urrutia, Pedro Haces Barba”.
