Guadalajara.— Ramón García, padre de Marco Francisco García Ávalos, uno de los tres estudiantes de cine desaparecidos en Tonalá el pasado 19 de marzo, negó que las familias acepten la versión de la Fiscalía de Jalisco respecto a que los tres jóvenes fueron asesinados y disueltos en ácido, como lo ha difundido María Lina Gutiérrez, quien se ostenta como abogada de las familias.
Además exigió a las autoridades estatales la verdad del caso y señaló que no se puede demostrar que los cuerpos de los jóvenes fueron disueltos en ácido porque en la finca donde supuestamente ocurrió el crimen no se encontró líquido alguno o restos de ADN que puedan comprobarlo.
“Una cosa les digo, si quisieron cerrar la página, abrieron más ese libro, porque si de algo sirvió la desaparición de los muchachos es para que el pueblo no les tenga miedo como gobierno y que el pueblo sabe cuáles son sus obligaciones con la sociedad”, señaló.
Respecto a las declaraciones que ha dado María Lina Gutiérrez, quien se ostenta como abogada de las familias y asegura que éstas han aceptado la versión de la Fiscalía, Ramón García indicó que ella no tiene ninguna representación. Explicó que llegó de Nayarit, por recomendación de una amiga de su familia, pero nunca se le asignó ninguna representación, pues en primer lugar siguen en una búsqueda, no en un juicio.