Sisal.— Un grupo de habitantes de Sisal, comisaría de Hunucmá, Yucatán, cerraron ayer por la mañana la entrada al lugar, para manifestar su rechazo al nombramiento de este puerto como Pueblo Mágico.
Los inconformes colocaron una manta en la que expresan que los sisaleños no fueron consultados sobre esa designación de la Secretaría de Turismo federal, pues, aseguran, en este puerto hacen falta mejores calles e infraestructura de salud.
Los manifestantes explicaron que las autoridades de los tres niveles de gobierno no han dado respuesta a las peticiones de la comunidad y son omisas a la devastación de manglares por empresarios que no cuentan con los permisos correspondientes.
Los inconformes dijeron que sus demandas son la recuperación de permisos de concesión de la playa, para que éstos pasen a manos de los sisaleños; que 50% de todos los terrenos de la costa, que aseguran fueron objeto de despojo, sean devueltos a los sisaleños y que el costo del consumo de la energía eléctrica en todo el puerto sea de tipo doméstico.
Asimismo, advirtieron que si las autoridades no convocan al diálogo, ni dan una respuesta satisfactoria a sus demandas, sus manifestaciones continuarán.
El rechazo de un grupo de sisaleños al nombramiento de Pueblo Mágico se acrecentó por las declaraciones del párroco, que hace unas semanas fue removido por la Arquidiócesis, y por el comisario Antonio Ek.
Actualmente, existen opiniones encontradas, pues hay sectores de la comunidad que ven una oportunidad para el desarrollo económico y otros que afirman que serán despojados de sus playas y que sólo se beneficiará gente que no es de Sisal.
El comisario de este puerto, Antonio Ek, es un férreo opositor de que Sisal tenga el nombramiento, incluso instaló una manta que dice: “Sisal pide la revocación del certificado de Pueblo Mágico. Sisal dice no a más concesiones y no más privatización de playas. Sisal dice no al Pueblo Mágico y sí a salud, sí a carreteras dignas, sí a espacios dignos”.
Desde que Sisal recibió el nombramiento de Pueblo Mágico, en diciembre de 2020, el comisario ha manifestado su desacuerdo pues no se consultó a los habitantes del puerto.