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Pachuca.- Entre gritos de “Justicia, justicia” y “Chuy vive, el movimiento sigue”, pobladores del municipio de Atitalaquia, Hidalgo , despidieron a Jesús Bañuelos Acevedo , activista que fue asesinado durante la madrugada del lunes en un ataque al campamento de opositores al relleno sanitario de la empresa Esmex.
Ayer se denunció que por la madrugada un grupo de sujetos irrumpió en el plantón que se mantiene en la comunidad de El Cardonal, donde se encuentra el centro de tratamiento de residuos sólidos, y tras golpear a algunos integrantes detonaron armas de fuego con saldo de una persona sin vida.
Este día, pobladores de Atitalaquia trasladaron el cuerpo de la víctima hasta las instalaciones de la presidencia municipal, donde recibió un homenaje de parte de los vecinos de la zona, quienes exigieron justicia y rechazaron a las autoridades municipales.
También se dio lectura a la carta de la hija del activista quien no pudo estar presente en el sepelio.
En tanto que en el relleno sanitario, personal de la Profepa y de la Secretaría del Medio Ambiente, enviados por la secretaria María Luisa Albores, realizaron una inspección para verificar las anomalías que señalan los opositores a esta planta.
Los funcionarios lamentaron la omisión de las autoridades estatales y municipales que originó la muerte de Chuy, por lo que explicaron que se realizaría una inspección y si se encontraban anomalías se procedería a clausurar el lugar.
Una de las demandas de los manifestantes es el cierre técnico de este centro, al argumentar que no cumple con la normatividad para operar ya que no cuenta con membrana lo que ocasiona que los lixiviados se vayan a ríos.
Además de qué hay población cercana al lugar y esto no está permitido por la ley.
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afcl
