Victoria Esperanza Salazar Arriaza, la mujer que murió el sábado a manos de la policía en Tulum, Quintana Roo, era originaria de Sonsonate, El Salvador, y viajó a México hace cinco años, con la esperanza de dar a sus dos hijas una vida mejor.
Rosibel Arriaza, madre de Victoria, contó a medios salvadoreños que su hija, de 36 años, trabajaba en el área de limpieza en un hotel. Llegó a México sola y después la alcanzaron sus hijas, hoy de 15 y 16 años. Victoria, explicó Rosibel, era madre soltera y en su país no encontraba trabajo, por lo que decidió salir “en busca de mejores oportunidades”.
Victoria tenía residencia permanente en México tras obtener una visa por razones humanitarias, según confirmó el Instituto Nacional de Migración (INM).
Ahora, la madre de Victoria está preocupada por sus nietas, quienes no tienen familia en México. Dijo que la Cancillería le informó que una de las menores está bajo custodia del DIF, pero que la otra no porque tiene miedo de la policía.