Nos cuentan que el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello (PRI), tronó contra el gobierno de la 4T y, en conferencia, externó su inconformidad con el plan de vacunación contra el Covid-19, al considerar que no le cuadran las cuentas ni los tiempos y considera que no habrá efectividad en la aplicación, por lo que exigió a la Federación que informe a los gobernadores por qué las brigadas correcaminos son de 12 integrantes, donde lo mismo hay servidores de la nación que un representante de las Becas Benito Juárez, pues teme que se lucre en año electoral. Incluso, nos dicen que el góber imploró a Dios para que ilumine a las autoridades federales y éstas salven vidas en lugar de sus intereses. Amén.
Fue destape o no, se preguntan los seguidores del senador con licencia Samuel García (MC), nos cuentan, luego de que el también precandidato a gobernador de Nuevo León replicara en sus redes sociales un posicionamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre la necesidad de un “relevo generacional” en la política, al fin de su sexenio. Ni tardo ni perezoso, nos dicen que el llamado Senatore se apuntó en el relevo con un “seguimos los jóvenes”, lo que desató críticas de quienes auguraron que si como senador chapulineó, lo mismo hará si llega a ser góber, pues todavía no llega y ya quiere abandonar el cargo en tres años.
Nos narran que el exgobernador de Aguascalientes, Armando Reynoso Femat, encontró refugio en el partido Fuerza por México para retomar su activismo político, con aspiración de ser alcalde de Aguascalientes por segunda ocasión, y para ello, ayer sorprendió al renunciar al PAN tras 21 años de militancia, en donde lo mismo ganó el gobierno estatal, que sostuvo una lucha legal por los intentos de la dirigencia estatal de expulsarlo. Ya veremos si en el nuevo trampolín logra volar alto o le toca caer de sopetón.
Tal como se había previsto, nos dicen que ayer, la exsecretaria de Salud estatal, Mónica Rangel, se registró como precandidata de Morena al gobierno de San Luis Potosí, hecho que fue condenado por los morenistas, quienes calificaron como una burla aceptar abanderar a la exfuncionaria del gobierno estatal priista. Pero además, nos añaden, las críticas llegaron de otras trincheras, desde donde la acusaron de abandonar su puesto para luchar por una posición política, cuando San Luis vive momentos difíciles por la pandemia de Covid-19. Tal parece que el semáforo rojo lo aplicó para poner freno a su chamba y dar verde a sus aspiraciones.