. -El intenso calor de más de 30 grados obliga a miles de turistas a buscar desesperados las frías aguas de los dos extremos de Puerto Escondido: Bahía Principal y Punta Zicatela. La primera saturada por familias completas procedentes del interior del país y la segunda tapizado por un turismo joven internacional y los catalogados como “hipster mexicanos”. Dos turismos diferentes pero que juntos dejan una derrama económica en esta primera etapa de Semana Santa de 79 millones de pesos, según la estimación de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Puerto Escondido.
Bahía Principal, perteneciente a Santa María Colotepec, uno de los dos municipios en los que se asienta la ciudad turística de Puerto Escondido, y comienza a ser ocupada desde las primeras horas del día por niños y adultos de Ciudad de México, Guadalajara y de las ocho regiones del estado de Oaxaca, principalmente. Arribaron al segundo destino turístico de playa más importante de Oaxaca desde el 11 de abril, con el arranque de las vacaciones y permanecerán hasta el 18. Con la presencia de los visitantes, los prestadores de servicio ven con esperanza recuperarse en esta temporada después de dos años de pandemia por Covid - 19.
Aarónn Martínez es un obrero de la construcción que desde hace nueve años deja su trabajo normal en Semana Santa para dedicarse a la venta de piñas locas en Bahía Principal, junto con su esposa. Este comerciante ambulante, integrante de la Unión Femenil Colotepecana, considera que la playa aún no logra llegar al 100% de personas, calcula que a 80%, pero confía que el fin de semana se logre el desbordamiento de turistas. Aún cuando el número de visitantes no es suficiente para él, da gracia a todos los dioses que la pandemia les dé tregua a más de 500 vendedores ambulantes para retomar parte de su vida comercial.
"Aun no se llena la playa, le falta, pero si no se logra el 100%, nosotros, los vendedores, damos gracias de que haya turistas, porque dos años la pasamos mal, ya que hubo mucha gente que se vino a vivir a Puerto en la pandemia, pero la gente que visitaba las playas todos los años dejaron de venir por miedo. Yo me doy por bien servido vender 30, 40, 50 piñas al día, antes de la pandemia llegaba a vender entre 100.y 150 piñas al día, eran buenos tiempos que creo poco a poco iremos recuperándonos", cuenta mientras espera clientes en un extremo de la playa.
Recuperación paulatina del turismo
Lizeth Rojas, presidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles de Puerto Escondido también está satisfecha por la recuperación paulatina del turismo, después de las temporadas críticas de la pandemia. Pese a ello, aseguró que Puerto Escondido se convirtió en el lugar de moda durante la pandemia y destino preferido para los jóvenes mexicanos y extranjeros para hacer “home office”, lo que ayudó a que el destino no colapsara completamente sino que se mantuviera con una ocupación mínima durante dos años.
"Puerto Escondido fue realmente descubierto por mucha gente en esta pandemia. En los dos años más críticos muchos jóvenes lo vieron como un lugar seguro, alejado de la aglomeración, donde lograron hacer trabajo en línea desde la playa. Es cierto, a partir de allí descubrimos un deficiencia, la mala conectividad, pero hemos estado solucionándolo. Antes teníamos solo dos temporadas altas ; Semana Santa e invierno, ahora todo el año tenemos turistas", explicó la prestadora de servicio.
Ocupación hotelere de un 85%
Lizeth Rojas informó que hasta este jueves se tenía una ocupación hotelera de 85% y una primera derrama económica de 79 millones de pesos a consecuencia de 31 mil visitantes, pero se pronostica del 18 al 24 de abril otra derrama económica de 53 millones de pesos. A comparación del 2021, se tiene proyectado para este 2022 un aumento del 33% del turismo, es decir, 7 mil turista más.
A diferencia de Bahía Principal, en la playa de La Punta Zicatela, los jóvenes extranjeros y hipster son los que ocupan la zona durante el atardecer. Aquí el ambiente es festivo hasta entrada la madrugada. El lugar se convirtió en los últimos dos años en el destino preferido de los que optaron por refugiarse de la crisis mundial, así que la zona se vio incrementado en propuestas gastronómicas y de hospedaje. En estos días de Semana Santa, a los extranjeros se le sumaron los jóvenes del centro y el norte del país.
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