Chilpancingo.— Pobladores y transportistas del municipio de Coyuca de Catalán, en la Tierra Caliente, Guerrero, lanzaron piedras y palos al hotel donde se hospeda un grupo de la Gendarmería para exigir su salida por presuntos abusos y robos cometidos durante operativos.

Alrededor del mediodía de ayer, pobladores y transportistas bloquearon el puente que conecta a los municipios de Coyuca de Catalán y Pungarabato (Ciudad Altamirano) para exigir la salida de los agentes federales.

Después, el contingente se trasladó al hotel donde están encuartelados los uniformados y comenzaron a lanzar palos y piedras causando daños materiales al inmueble, de acuerdo con el vocero del Grupo Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia.

Minutos después, los gendarmes salieron del hotel con equipo antimotín para disuadir la protesta, sin que pasara a mayores.

En un comunicado, Álvarez Heredia condenó el ataque contra la Gendarmería y llamó a los pobladores y transportistas a denunciar ante el Ministerio Público los presuntos abuso y robos.

El pasado 31 de mayo, pobladores de ese municipio ya habían protestado para exigir la salida de la Gendarmería. Esa ocasión, el vocero del GCG indicó que la protesta fue una respuesta a los operativos de las corporaciones federales en la Tierra Caliente y a las detenciones contra miembros de la banda criminal La Familia Michoacana.

La Gendarmería federal arribó a Coyuca de Catalán después del asesinato del candidato del PRI a diputado local por el Distrito 18, el alcalde con licencia de ese municipio, Abel Montúfar Mendoza, y la emboscada contra patrullas del Ejército, donde murieron tres militares.

Sin embargo, en esa región en los últimos años han ocurrido otros crímenes de políticos y servidores públicos, como el asesinato de Ambrosio Soto Duarte, presidente municipal en funciones de Pungarabato.

La región de la Tierra Caliente es una de las más violentas de Guerrero. En ella, según informes oficiales, operan cinco bandas delictivas: La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Los Tequileros, Los Guerreros Unidos y Jalisco Nueva Generación.

La presencia de estas banda ha provocado la salida de grupos empresariales internacionales como Coca-Cola y, el caso más reciente, Pepsi. Ambas dejaron la región por el acoso de las bandas para que les paguen la extorsión.

Pero el asedio también lo sufren los comercios locales. En el municipio de Arcelia una multitud saqueó dos tiendas departamentales que, según dijeron las autoridades, fue azuzadas por integrantes del crimen organizado.

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