Ciudad Juárez.— Desde 1986 Ciudad Juárez cuenta con una que enfoca su trabajo en brindar servicios de prevención, atención y acompañamiento a personas con VIH-Sida, adicción, víctimas de violencia y trabajadoras sexuales.

Se trata de Programa Compañeros, que desde su fundación implementa programas y proyectos dirigidos a grupos sociales en condición de vulnerabilidad social con servicios confidenciales, sensibles y de alto nivel profesional.

El origen

La asociación es dirigida por María Elena Ramos, una de las fundadoras del proyecto hace 38 años.

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María Elena Ramos, fundadora del Programa Compañeros, recuerda
cuando empezaron los primeros casos de VIH en esta frontera. Foto: Especial
María Elena Ramos, fundadora del Programa Compañeros, recuerda cuando empezaron los primeros casos de VIH en esta frontera. Foto: Especial

Recuerda que al ver los primeros casos de VIH en esta frontera un grupo de trabajadores de la salud decidieron buscar financiamientos para atender a los grupos más vulnerables con esa enfermedad.

Señala que ahora también buscan unirse a la lucha de los derechos de la mujer y la exigencia de justicia por los casos de feminicidio.

“En el mes de junio cumplimos 38 años trabajando. En Juárez, los primeros casos de sida los atendimos nosotros, porque la gente llegaba con casos de mucha enfermedad, y hacíamos visitas domiciliarias y a hospitales, hablábamos con familias”, dice María Elena Ramos a EL UNIVERSAL.

Recuerda que en 1986 la oficina de campo de la Organización Panamericana de la Salud estaba en El Paso, Texas, donde también había una organización llamada Asociación Fronteriza México Estadounidense de Salud, y fue a través de ella que hicieron el primer proyecto sobre un modelo de trabajo con mujeres que tenían múltiples encuentros sexuales y parejas que consumían drogas inyectables.

Así fue como consiguieron los primeros recursos para pagar sueldos y conseguir una oficina; lograron pasar de un trabajo voluntario a uno formal.

“En el 86 tuvimos nuestras primeras reuniones. Primero nos llamamos Proyecto Compañeros y después nos constituimos legalmente en México como Programa Compañeros”, explica.

Lucha contra el VIH y la discriminación

Programa Compañeros inició con la atención a enfermos de VIH-sida; sin embargo, al tener Ciudad Juárez múltiples problemas sociales la organización migró también al tema de adicciones y violencia.

“Nuestras poblaciones así lo fueron pidiendo. Nosotros comenzamos como proyecto de la Organización Panamericana de la Salud, después nos constituimos (como proyecto independiente). Comenzamos a trabajar con personas con VIH y adicciones, luego vimos que las personas con VIH tenían otras condiciones, como el trabajo sexual, el tema de las personas privadas de la libertad, el tema de la comunidad LGBT, por lo que nos fuimos ramificando... incluso, nuestra organización tuvo el primer albergue para personas con sida en nuestra ciudad”, detalla la directora de la organización.

Además de luchar con la cuestión de recursos también se enfrentaron con la falta de apoyos y estigmatización, así como la carencia de atención a las personas con VIH, tanto de la comunidad como por parte de las autoridades.

“En aquellos tiempos era muy difícil. A veces teníamos que discutir con las autoridades de salud; muchas veces nos fuimos disfrazados de reporteros para denunciar que las personas no eran atendidas. Al igual que ahora, los hospitales estaban saturados”.

Su lucha no sólo era en el servicio de salud, sino también en lo social, incluso en las empresas maquiladoras en Juárez, para lograr que los trabajadores enfermos de VIH no fueran despedidos por faltar a causa de la enfermedad.

“Nosotros tuvimos que gritar, que pelear, para lograr que nos consideraran porque no atendían, porque la gente tenía menos voluntad política y más prejuicios hacia las personas con VIH”, asegura.

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Una lucha que dio frutos

Pese a los retos que se enfrentaron a lo largo de los años, en 2023 Programa Compañeros logró atender a más de 6 mil 300 personas, la mayoría de manera gratuita.

Actualmente dentro del programa trabajan 30 personas y seis voluntarios que apoyan de forman continua a la organización.

Además de la atención a personas con VIH, cuentan con diversas iniciativas enfocadas en mujeres, como el apoyo a víctimas de privación de la libertad, a quienes consumen drogas, trabajadoras sexuales o con alguna condición de salud.

También atienden a jóvenes, a la población LGBT+ y una iniciativa que ofrece servicios de salud, consulta dental, sicológica, entre otros aspectos, todo gratuito para población vulnerable.

“Estas personas que nosotros atendimos [durante 2023] estamos documentando desde quienes acudieron a una escuela a recibir la atención por pláticas, orientación, la pastilla del día siguiente, de embarazo, hasta quienes tienen una condición de salud comprometida [por VIH], a quienes les compramos medicamentos para desintoxicar, a quienes damos condones”, explica María Elena Ramos.

Señala que la lucha de todos los que trabajan en Programa Compañeros es ofrecer servicios de salud dignos a todas las personas.

“Nos hemos dado cuenta de que hay muchos avances en el tema de políticas públicas. Tenemos casi 20 años en que el acceso universal al tratamiento antirretroviral es un hecho en México, pero luego vienen los temas de desabasto; unas personas tienen acceso y otras no, se vienen diagnósticos tardíos y sucede lo que sucedió cuando iniciamos: las personas llegan a los hospitales prácticamente a morir sin oportunidades”, lamenta.

Asegura que Programa Compañeros tiene mucho que hacer “porque siempre hay cosas que se necesitan hacer, retos que se necesitan salvar y que no son tan sencillos, como el acceso a medicamentos”.

Además de la falta de medicamentos y acceso de salud, las organizaciones se enfrentan a la falta de recursos por parte del gobierno federal para atender y seguir con sus proyectos y programas para esos grupos de la población, pues actualmente se sostienen con donaciones y recursos que les envían otras organizaciones.

“Tenemos nuevos retos que no teníamos hace 38 años, tenemos que pensar en los recursos para la subsistencia. Todas las organizaciones civiles de México hemos pasado por una racha de desacreditación por el gobierno federal en el tema de recursos y nos están afectando muy fuertemente”, expone.

Agrega que esperan que con el gobierno de Claudia Sheinbaum pueden obtener recursos para seguir trabajando por las personas con VIH y los grupos vulnerables en la frontera.

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