La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó una visita de inspección en el lugar donde se alberga un ejemplar de oso negro en el municipio de Tepehuanes, estado de Durango, relacionado con un reporte de ataque a niño de 3 años de edad.

Personal de inspección de la dependencia acudió domicilio localizado en la comunidad de El Conejo, en donde se encuentra albergado en un encierro rústico, cubierto con malla metálica, en buenas condiciones de seguridad para evitar su escape.

En la verificación determinaron que el ejemplar está en buenas condiciones físicas y de salud, sin evidencia de maltrato. Luego solicitaron al propietario acreditar la legítima procedencia del oso negro y les mostró una factura de fecha 20 de mayo del 2008, así como el oficio de aprovechamiento, de fecha 21 de enero del 2008.

Explicó que el pasado 18 de enero, el oso negro mordió a un niño reaccionando a su instinto de animal silvestre, debido a que se azuzó al ejemplar cuando este estaba comiendo.

“De la visita no se encontraron elementos para dictar medidas, como el aseguramiento precautorio; tampoco responsabilidad o negligencia por parte del propietario del ejemplar”, estableció personal de la Profepa quien recomendó incrementar medidas de seguridad, tales como señalética y la colocación de una valla de seguridad.

El jueves 18 de enero, la Fiscalía del Estado de Durango comunicó que un menor fue mordido en una de sus manos por un osezno que la familia tenía como mascota.

Los hechos ocurrieron cuando el menor se encontraba al exterior de su domicilio, lugar en el que estaba un oso, -el cual su familia criaba como mascota desde osezno -, cuando el pequeño intentó alimentarlo, el animal lo atacó, por lo que fue trasladado a un hospital privado, de la capital del estado.

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