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Pachuca.— Este 5 de septiembre se escribe una nueva página en la política de Hidalgo: por primera vez asume el cargo un gobernador de filiación distinta al PRI, el morenista Julio Menchaca Salazar.
A decir de los especialistas, el nuevo mandatario deberá enfrentar retos en materia de política, seguridad y desarrollo que serán imperantes para el estado si no quiere perder el rumbo.
Política, cuidarse de oportunistas
Julio Menchaca Salazar es abogado de profesión. Durante sus primeros años en la política militó en el PRI, al cual renunció en 2015 y en 2017 se adhirió a Morena, partido con el que ganó la gubernatura, con 653 mil 181 votos, 61.56% de los sufragios.
Sin embargo, a decir del politólogo y presidente del Colegio Libre de Hidalgo, Sarkis Mikel Jeatani, el gobernador tiene gran apoyo popular, pero también de políticos que pueden ser considerados “oportunistas”.
El especialista asegura que el éxito de este gobierno es la manera en que va a enfrentar a un PRI dividido, donde una parte es aliada a Morena, pero también diversas corrientes, como la de jóvenes vinculados al gobernador Omar Fayad; otra es el grupo del senador y exgobernador Miguel Osorio Chong y otra vertiente más está con Carolina Viggiano.
“No se debe de confiar en el conocimiento que tiene del partido y de sus integrantes, ya que el priismo en Hidalgo de alguna manera se encuentra huérfano y eso es un gran peligro, ya que en cualquiera van a buscar un padre y este no es más que aquel que ofrezca dinero; si hay quien pueda meter dinero a este partido, entonces puede revivir”, afirma Mikel Jeatani.
También están los morenistas fundadores que se han alejado, debido a la llegada de los oportunistas, que son políticos que se han acercado al gobernador por intereses personales: “Este es el verdadero riesgo, la gente que está alrededor, ya que estos son panistas, priistas y oportunistas, y si no acatan las órdenes del nuevo gobernador, su administración será un gran fracaso”, alerta.
Otro de los retos para Menchaca será cumplir con la esperanza de la ciudadanía, pues de no hacerlo será una grave desilusión para los votantes: “Debe de iniciar con un cambio, ni los mismos, ni con los mismos. Ese será el primer paso, que se vea que será un gobierno diferente”.
El politólogo considera que la distribución política que permanece en el estado no significa un problema para el nuevo gobierno, pues Morena apenas tiene siete de los 84 municipios, mientras que el PRI gobierna en 32 alcaldías, PRD, en siete y en alianza con PAN, seis; en tanto el PAN, en solitario, gobierna en cinco.
Seguridad; Hidalgo en un polvorín
El investigador integrante del Conacyt, con diplomado en Seguridad Nacional por la Universidad Nacional de Colombia, Mario Cruz, vaticina que mantener a Hidalgo dentro de los 10 estados más seguros es uno de los grandes retos del nuevo gobernador.
“Para entender la criminalidad en Hidalgo se debe de ir directamente al robo de hidrocarburo y es en este delito donde la entidad ocupa el primer lugar. De esta manera, las regiones que registran ilícitos de alto impacto se encuentran en la zona sur del estado, en el Valle del Mezquital y en el Valle de Cuautepec, donde se tienen las perforaciones a los ductos de Pemex”, explica y agrega: “Los municipios de esas regiones deben de estar en el radar como un foco rojo”.
Mario Cruz considera que primero deberá cambiarse el discurso y reconocer la incursión de grupos criminales que por años se ha negado.
“Hidalgo tiene un grave riesgo: se puede visualizar un incremento del crimen. Si no se implementan políticas, no quiero ser alarmista, pero el crimen se va a incrementar y con él nuestro estado, de ser uno de los 10 más seguros, trágicamente está convirtiéndose en una entidad parecida a las del norte del país”, advierte el especialista.
Si se busca combatir la delincuencia con una óptica distinta, no puede hacerlo con corporaciones involucradas con el crimen organizado, se requiere una profesionalización y saneamiento de los cuerpos de seguridad.
“Este es uno de los principales retos que enfrentará el gobernador y el otro elemento tiene que ver con la corrupción. Los costos económicos del delito de todos los municipios están vinculados a la corrupción. Si se conjuntan estos dos hechos, se tiene un polvorín de gran magnitud”, dice.
Economía con perspectiva social
“El de Julio Menchaca, al ser un gobierno morenista, debe de tener un sentido social de la economía, que tenga como elementos fundamentales la educación, el empleo y la mejora de los niveles de bienestar”, señala el economista Roberto Morales Estrella, catedrático de la Universidad del Estado de Hidalgo (UAEH).
De los principales retos que hay es la informalidad, donde se está cerca de 70%, junto con Oaxaca, Guerrero y Chiapas, y este es un indicador que denota la precarización del salario.
“En Hidalgo hay una fuerte desigualdad que no se ha podido superar, por ello es necesario impulsar un modelo económico, congruente con los lineamientos sociales, pero que impulse la productividad, la estructura nacional, no trasnacional” afirma.
Morales Estrella explica que de los 84 municipios hidalguenses, sólo 13 de ellos aportan 82% del Producto Interno Bruto (PIB), la parte del sur como Tula, Tepeji, Atitalaquia, Tizayuca y se suman Tulancingo, Mineral de la Reforma y Pachuca.
Otros 71 municipios están a nivel de autoconsumo, ya que la mayoría de las demarcaciones no llegan ni a 1% de aportación al PIB, lo cual significa que no hay una actividad económica de carácter de mercado.
Para impulsar la productividad, el especialista considera que es necesario un soporte tecnológico, el cual no existe: “No hay un acercamiento entre áreas generadoras del conocimiento, que son las universidades y centros de investigación, con la estructura productiva nacional y esto ocurre en todo el país”.
El catedrático destaca que si en este sexenio se hacen bien las cosas, aun así no será suficiente para remontar en productividad y el nivel de la economía, pero sí servirá para sentar las bases y crear una cultura de emprendimiento científico y tecnológico.
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