Nos cuentan que en Baja California Sur quienes siguen alardeando su “triunfo”, por 80 mil votos que le aportaron al Presidente en la consulta de revocación de mandato son el gobernador Víctor Castro Cosío y su ejército de funcionarios, quienes durante toda la veda anduvieron en franca promoción e incluso el día de la jornada se movilizaron con recursos, o al menos eso denunciaron con pruebas los líderes de oposición. Pero eso no es todo, nos platican, pues por una parte hay quienes le recuerdan a don Víctor que en las elecciones del año pasado fueron más de 126 mil quienes le dieron la gubernatura, por lo que hay un evidente retroceso en sus seguidores, además de que en redes sociales abundan acusaciones donde se afirma que funcionarios morenistas amenazaron con “cero tolerancia” a quienes no apoyaran a Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué tal?
Un “santo” jaloncito
Nos cuentan que el obispo de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, ha llamado la atención por no ocultar su malestar por el inicio de la Feria Nacional de San Marcos en los principales días de la Semana Santa y, aunque el gobierno del estado determinó que no comenzará ni un instante antes del 16 de abril y hasta advirtió sanciones para los negocios de bebidas que inicien antes sus ventas, nos dicen que eso no convence al prelado, quien considera una incongruencia hacer fiesta el Viernes de Dolores y el Sábado de Gloria, días de oración y meditación. No cabe duda que al gobierno de Martín Orozco (PAN) le salió un crítico de donde menos lo esperaba, en el contexto de la feria que ha anunciado por meses. En fin, “cosas del señor”.
Piel tricolor y corazón guinda
Desde Chiapas, nos platican que el alcalde de Comitán, Mario Antonio Guillén (PRI), anda muy contento entre la militancia morenista y recientemente fue visto en una reunión en La Trinitaria, donde apareció entre los guindas. Pero eso no es todo, nos añaden, pues el pasado domingo no ocultó su simpatía con el partido en el poder y salió a votar a favor de la permanencia del Presidente e incluso mandó a publicar su fotografía del momento en que acudió a la urna a emitir su postura. ¡Nada como ser camaleónico!