Tapachula.— La salud del pequeño Pablo Andrés, por quien su madre, Fabiola, una migrante de Haití clamaba ayuda debajo de un portón negro en el interior de la Feria Mesoamericana, centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM), se complica debido a que podría padecer varicela.

Fuentes que pidieron el anonimato explicaron que al niño, de nacionalidad chilena, de un año y dos meses de edad, se le ha visto decaído en el interior de la sede migratoria.

Según las declaraciones de su madre, que el día de la protesta denunciaba falta de medicamentos y escasa comida para los menores, el niño padecía de fiebre y tenía ampollas en todo el cuerpo.

De acuerdo con las fuentes, hasta el miércoles Fabiola y su hijo se encontraban en las instalaciones de la Feria Mesoamericana. Ella se negó a que el menor fuera trasladado al Hospital Regional si no le entregaban su oficio de salida.

A la migrante las autoridades le propusieron dos alternativas: dejarla en libertad sin entregarle sus papeles migratorios —que aún están en trámite— para que llevara a su hijo con un médico particular, o enviarla a la Estación Migratoria Siglo XXI para que fuera atendido por médicos de la Secretaría de Salud, pero no aceptó ninguna de las opciones y hasta el miércoles al mediodía continuaba en la Feria Mesoamericana, indicó la fuente.

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