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Torreón.— De los 114 pozos y tanques para abastecer de agua a la población de Torreón, 21 (18%) superan la Norma Oficial Mexicana de niveles permisibles de arsénico en el agua, que es de 0.025 miligramos por litro, según el último análisis físico-químico realizado por el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) de la ciudad.

Sin embargo, si se atendiera la norma de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 0.010 miligramos por litro, 82% (94) de los pozos y tanques estarían incumpliendo los límites permisibles, es decir, únicamente 20 norias o tanques estarían en regla. En Torreón, sólo hay siete filtros para remover el arsénico de los pozos, pero uno está fuera de servicio y en dos, la cantidad de arsénico después del filtro seguiría incumpliendo los lineamientos internacionales.

Gerardo Jiménez González, ambientalista y maestro en Ciencias, opinó que la inversión no debería enfocarse en filtros y potabilizadoras, pues consideró que son soluciones parciales. Expuso que la inversión pública debería inclinarse en la recarga del acuífero.

“Se extrae más agua de la permitida y eso hace que se perfore a más profundidad y, por consecuencia, es agua más contaminada. Se tiene que atacar el problema de inicio, el problema principal”, demandó.

Óscar Gutiérrez Santana, director del Organismo de Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), respaldó que la sobreexplotación del acuífero es causante del problema de calidad del agua. Sin embargo, dijo que sí debe haber un proyecto que resuelva el problema mientras se recuperan las condiciones naturales del acuífero.

“La presencia del arsénico en el acuífero tarda décadas en que eso se renueve y se mejore la calidad”, comentó el funcionario federal.

Actualmente —dijo—, la recarga natural del acuífero es de 519 millones de metros cúbicos anuales; sin embargo, la extracción en el mismo periodo ronda los mil millones de metros cúbicos.

Jorge Zermeño, alcalde de Torreón, reconoció que cada vez más se tienen que perforar los pozos a mayor profundidad, lo que conlleva problemas de sales y arsénico, además de un costo elevado de operación de los organismos de agua.

El pozo 6-R de la colonia Rincón la Merced, de Torreón, es uno de los más contaminados con este metal. Según la última medición del Simas, el pozo arrojó 0.0446 miligramos de arsénico por litro de agua.

Clara, vecina del sector, comentó que su familia prefiere comprar agua antes que tomar de la llave; sin embargo, dijo que los niños toman de los bebederos de la escuela.

El ambientalista Gerardo Jiménez aseguró que ya se reflejan en la población problemas de salud por el hidroarsenicismo, como lesiones cutáneas, expresiones de cáncer y afecciones cognitivas en niños, entre otros.

No obstante, mencionó que el problema es en toda la región Laguna, y no sólo en Torreón. Aseguró que de más de 190 pozos para uso doméstico en La Laguna, al menos 50 rebasan las concentraciones de arsénico permitidas en México. En Durango se habla de crear plantas potabilizadoras, eso, para Jiménez González es evadir el problema.

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