Morelia.— El cuerpo del exlíder de las autodefensas, Hipólito Mora Chávez, fue velado en su casa en la tenencia Felipe Carrillo Puerto, mejor conocida como La Ruana, del municipio de Buenavista, Michoacán, acompañado de la imagen de la Virgen de Guadalupe, de la que era devoto.
Pese al cariño y el reconocimiento que la gente le tuvo a Mora Chávez, no fue un velorio multitudinario. La mayoría de la gente tiene miedo de que se le vea dando el último adiós al exlíder de las autodefensas. “No vienen porque no hay seguridad, porque también temen por su vida”, dijo su hermano Guadalupe, en referencia a la nula presencia policiaca y militar en La Ruana.
El sacerdote católico Gregorio López Gerónimo llamó embustero al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, a quien le recriminó mentir sobre la violencia que azota a la entidad.
En un video difundido por el religioso, responsabilizó al mandatario del asesinato del exlíder de las autodefensas. “Apenas ayer yo le decía que usted era un embustero y le dije una palabra ofensiva, porque estaba mintiendo, que todo [en Michoacán] estaba bajo control. Yo a usted lo responsabilizo de la muerte de Hipólito Mora, porque usted sabe cómo está la situación, y así, miente, diciendo que todo está bajo control”, insistió.
El padre Goyo agregó que al gobernador Ramírez Bedolla “la yegua le quedó grande. Aquí en Michoacán se ocupan muchos huevos y usted no los tiene; a usted le faltan”, acusó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no se dejó solo a Hipólito Mora, pues contaba con una escolta de seguridad. “¿Dejaron solo a Hipólito?”, se le preguntó. “No, es mentira eso, traía su escolta y hay una base ahí. Llegaron a sostener que las balas, por ejemplo, eran del Ejército y es completamente falso. Pero muchos tiros, casi mil, los calibres no tienen nada que ver con los que utiliza el Ejército”.
El presidente López Obrador sostuvo que Hipólito Mora contaba con protección del gobierno estatal por amenazas que había recibido; sin embargo, reconoció que no fue posible evitar que lo asesinaran, debido a que los delincuentes que lo mataron “son muy violentos” y tienen armamento de alto calibre.
En las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán fueron homenajeados Roberto Naranjo Andrade, Calixto Álvarez Andrade y Gamaliel Alcántar Reyes, los tres elementos de la Guardia Civil asesinados que estaban asignados a la escolta del exlíder de las autodefensas.
“Hoy nos reunimos con profundo respeto, dolor, agradecimiento y admiración para rendir un merecido homenaje a integrantes de la Guardia Civil”, expresó José Alfredo Ortega Reyes, titular de la SSP local.
Personas cercanas a Hipólito Mora Chávez e integrantes del Partido Encuentro Solidario (al que se afilió para contender por la gubernatura en la elección pasada), dieron a conocer una carta póstuma que dejó el exlíder de las autodefensas para que la sacaran a la luz tras su muerte.
“Que mi muerte no sea en vano. Lo dije en muchas ocasiones; sabía que este día llegaría. Lo dije: me voy a morir peleando. Sólo quiero que mi muerte no sea en vano; que los michoacanos, que todos presumimos bravura, seamos valientes una vez y acabemos con este mal que nos tiene en el suelo.
“Que los policías vean que tienen la fuerza para acabar con esto; que el gobierno, el que esté en el momento de mi muerte, se fije en los ciudadanos, antes que en sus campañas o en sus bolsillos.
“Yo nunca acepté sobornos ni intimidaciones; luché sin recibir nada a cambio, más que el cariño de la gente. Los que no me querían eran los chicos malos. Yo estaré con mi hijo Manolo y le diré a la muerte: ¿Dónde estabas? ¿Por qué me huías tanto?
“Que mi muerte no sea en vano, y tanto mi familia como mis amigos y mis fieles seguidores, hagan lo que tengan que hacer para que la lucha que yo empecé siga siendo por una causa justa para los ciudadanos.
“Aquí y en el otro mundo, soy y seguiré siendo, Hipólito Mora Chávez”.