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Zanatepec.— Dos horas de camino accidentado y en pésimas condiciones fue el tiempo aproximado que recorrió en una camioneta un grupo de 10 adultos mayores de San Antonio, agencia de San Miguel Chimalapa, para bajar de las montañas que resguardan la selva de Los Chimalapas, Oaxaca.
Su destino era el centro de salud ubicado a orillas de la carretera Panamericana, dentro de la comunidad General Pascual Fuentes, perteneciente a Santo Domingo Zanatepec, y su finalidad era recibir la vacuna contra el Covid-19.
Bajar la cordillera de montañas desde estos pueblos que viven enclavados en la puerta de la selva es cansado y hasta peligroso para cualquiera; la situación se complica si son enfermos, embarazadas o ancianos.
Esa fue precisamente la razón principal que expusieron las autoridades de estas comunidades a los representantes del Programa Bienestar cuando les informaron sobre la campaña de vacunación. Solicitaron que, en vez de exponer a los ancianos zoques a ese desgaste, las vacunas de la empresa china CanSino subieran a la entrada de la selva, pero la petición no logró eco en las autoridades a cargo de la logística.
En cambio, se destinó sólo un día, el miércoles 21 de abril, para vacunar a 140 personas de la nación zoque y a habitantes de las poblaciones aledañas en el centro de salud de General Pascual Fuentes. Sólo 10 ancianos se atrevieron a bajar de la selva.
La agente municipal de San Antonio, Ilcia Jiménez, explica que el funcionario responsable de avisar de la campaña de vacunación transmitió el mensaje a personas ajenas a las autoridades, por lo que creó desinformación entre los habitantes al no venir directamente de la mesa directiva, lo que terminó por no convencer a los ancianos.
“Yo le dije al arquitecto Juan Sabine que subieran las vacunas, pero no me contestó la petición, pues la verdad cuesta mucho bajar a El Jícaro.
“Si la vacuna la hubieran subido, los abuelos se hubieran vacunado en el pueblo. Los hubiéramos convencido, pero la información se la transmitieron a personas ajenas a las autoridades”, explica la agente municipal.
No hubo información
Pobladores de la comunidad Benito Juárez consultados por este diario señalan que en esta zona no se les proporcionó información previa a los habitantes, por parte del personal médico del centro de salud, sobre los beneficios y las contraindicaciones de la vacuna. Fue por ello, dicen, que la mayoría se quedó con el rumor de que vacunarse llevaría a la muerte y decidieron no bajar y se quedaron sin vacuna.
Este rumor se intensificó cuando la tarde del primer día de vacunación se dio a conocer en redes sociales la muerte del médico Armando Canseco, de 80 años, después de recibir la dosis en Tehuantepec. Tras enterarse, lo pobladores mandaron avisar que nadie bajaría.