Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que el número de militares que se envíen a la frontera sur podría triplicar los previstos inicialmente, llegando hasta los 15 mil para afrontar la llegada de las caravanas de migrantes que cruzan México hacia el territorio estadounidense, un despliegue similar al que tiene el país en Afganistán.
“Mientras la caravana sea una preocupación, nuestro Ejército estará ahí afuera. Tenemos más de 5 mil [soldados]. Alcanzaremos un punto de entre 10 mil y 15 mil de personal militar”, explicó el mandatario antes de iniciar un viaje a Fort Myers, en el estado de Florida.
“No estoy infundiendo temor para nada”, aseguró Trump, quien calificó la caravana de “muy peligrosa”, y destacó que “nadie va a entrar” a Estados Unidos.
Ayer por la mañana, en Twitter, el mandatario indicó que “las caravanas están formadas por algunos guerreros muy curtidos y otras personas. Pelearon con dureza y agresividad contra México en la frontera norte para abrirse paso. Los soldados mexicanos heridos no pudieron o no quisieron detener la caravana. Deberían detenerlos antes de que lleguen a nuestra frontera, ¡pero no lo harán!”.
Niegan tinte político. El martes, el Pentágono adelantó que enviaría más tropas, aparte de los 5 mil 239 soldados anunciados en un primer momento, pero no precisó la cifra.
De hecho, el comandante del Mando Norte de las Fuerzas Armadas, el general Terrence J. O’Shaughnessy, rechazó que el Pentágono estuviera pensando en mandar a alrededor de 14 mil militares a la zona, tal como habían señalado algunos medios locales.
Ante las críticas que se han dado en EU ante la posible movilización militar, el secretario de Defensa, James Mattis, descartó ayer que se trate de un movimiento político.
La operación actual tiene como supuesto objetivo asistir la capacidad de los agentes migratorios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ante la llegada de dos caravanas compuestas por unas 6 mil 500 personas, según la agencia migratoria.
Las tropas, movilizadas bajo lo que las autoridades han denominado Operación Patriota Fiel, reforzarán primero la frontera de Texas con México para luego pasar a Arizona y California.
De acuerdo con los más recientes datos facilitados por el Pentágono, al menos mil militares se encuentran ya en Texas.
Entre los soldados habrá tres batallones de ingenieros de combate, tropas especializadas en aviación y otros soldados dedicados a logística y tratamiento médico.
La actuación de estas fuerzas es limitada, ya que una ley estadounidense de 1878 prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
Los militares que se desplegarán esta semana se suman a los 2 mil 100 efectivos de la Guardia Nacional —un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas— que están en la frontera sur desde abril debido a otra caravana de migrantes que comenzó su recorrido en el sur de México.
Además, otros 830 agentes de la CBP están listos para ir a las áreas entre puestos de entrada, donde suele haber menor vigilancia.
Trump se ha referido a las caravanas como “una invasión”, ha asegurado que en ellas se hallan criminales y ha incrementado la agresividad de su mensaje contra la migración conforme avanza la campaña electoral en EU.