Tuxtla Gutiérrez.— Tras 44 días, la zozobra y la incertidumbre no apagaron la esperanza de Juana Pérez de encontrar y volver a casa con su hijo Dylan Esaú, raptado por una mujer en San Cristóbal de las Casas.

Desde su desaparición, el 30 de junio, la joven originaria del municipio tzotzil de Chamula no dejó de luchar para localizar al niño.

Acudió a Tuxtla Gutiérrez a exigir al fiscal General Jorge Luis Llaven Abarca que encontraran a su hijo.

El 20 de julio, en el contexto de la búsqueda del pequeño, la Policía Ministerial desmanteló en San Cristóbal de las Casas una red de presuntos tratantes de menores, rescató a 23 y detuvo a tres mujeres, supuestamente involucradas con el grupo delictivo. Sin embargo, no estaba Dylan Esaú.

Al no tener noticias de su hijo, Juana tomó un autobús con un grupo de acompañantes a la Ciudad de México y se plantó afuera de Palacio Nacional, con el objetivo de pedirle ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Horas después, la fiscalía de Chiapas ofreció una recompensa de 300 mil pesos a quien diera información para localizar al niño.

Juanita, como la llaman sus amigos, apeló a la solidaridad del pueblo para dar con su bebé.

“Quien tenga información [sobre mi hijo] no tenga miedo y que informe. Que la búsqueda no sólo sea mía ni del fiscal, sino que sea de todos, que nos unamos todos; yo sola tampoco puedo”, suplicaba la madre.

Esta semana, Juana encabezó la última marcha en San Cristóbal de Las Casas.

Finalmente, ayer jueves, Dylan fue rescatado en el poblado La Palma, en Cintalapa de Figueroa.

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