Tapachula.- Escoltados por la Policía Federal, Protección Civil y una ambulancia avanza la caravana de centenares de migrantes hondureños que el pasado martes ingresaron de forma irregular a México y lanzaron piedras y palos a agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) para evitar que los asegurarán.
El grupo de migrantes que descansaron en el poblado de Metapa, a unos 18 kilómetros de esta ciudad
; empezaron su caminata por la carretera a las 4 de la mañana hacia Tapachula, pero efectivos de la Policía Federal los desviaron hacia el Libramiento Sur para evitar su estadía en el parque Miguel Hidalgo de esta ciudad, ante la inconformidad de los pobladores por su presencia.
Un agente federal -que pidió no ser identificado-, explicó que existe rechazo luego de que el pasado lunes fueron asesinados a balazos dos policías cuando intentaron detener al atacante de un comerciante del mercado San Juan -quien también falleció- y se difundió que se trata de un pandillero presuntamente de las Mara Salvatrucha.
“Los estamos desviando al Libramiento Sur para que se vayan al poblado de Viva México ya que en Tapachula pueden ser agredidos por los pobladores, queremos evitar una confrontación”, indicó el oficial.
Los migrantes aceptaron la propuesta de no ingresar al centro de la ciudad y acordaron descansar en el ejido Viva México, que se ubica en las inmediaciones de la carretera federal de Tapachula-Huixtla.
El llanto de los niños por hambre, sed y cansancio se escucha a lo largo de esta caravana de migrantes, que caminan sobre la carretera bajo temperaturas de hasta 38 grados.
“Ya no aguantan los niños, están cansados, tienen hambre y sed, hay que parar un rato”, dice Sobeida García al contingente que deciden tomar un descanso.
La mujer explica que junto con su esposo José Molina y sus niñas de 3 y 7 años de edad, huyeron de Honduras debido a las amenazas de pandilleros de atentar contra sus vidas, en represalia por una denuncia en contra de ellos por asalto.
“Los niños vienen aguantando hambre, sed y el cansancio de caminar bajo el sol y las madres sufrimos porque no tenemos comida que dar a nuestros hijos, apenas toman un poco de agua y algo de pan que nos regalan algunas personas”, explica la migrante.
A este contingente de aproximadamente mil personas, entre hombres, mujeres y niños, se unió otro contingente de unos 300 migrantes que partieron en caravana del parque de Tapachula.
El grupo descansará la noche del miércoles en el poblado de Viva México y continuará su caminata la madrugada del jueves hacia la cabecera municipal de Huixtla.
afcl