Más Información
Policías estatales encontraron el pasado lunes los cuerpos de dos hombres en la comunidad Pueblo Viejo, en el municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), informó el Grupo Coordinación Guerrero (GCG).
A ese lugar llegaron el jueves pasado un centenar de hombres armados —300 según los habitantes— quienes atacaron varias viviendas a balazos e incendiaron algunas. Tlacotepec está en el centro de la Sierra de Guerrero, donde se cosecha la mayor cantidad de opio en el país y por lo tanto es una de las regiones más disputadas por los grupos armados.
El vocero del GCG, Roberto Álvarez Heredia, señaló el fin de semana que en el ataque sólo habían resultado heridas tres personas, pero los pobladores de Pueblo Viejo acusaron que los hombres armados ejecutaron a seis.
En un comunicado el GCG informó ayer del hallazgo de los dos cuerpos entre la maleza, los cuales presentaban impactos de arma de fuego.
Además en las inmediaciones del panteón fue encontrada una camioneta marca Nissan modelo NP, color blanco, que contenía en su interior 301 cartuchos calibre 7.62 x 69, conocidos como Ak-47, cuerno de chivo; y a la salida de la comunidad de Las Juntas fue localizada otra camioneta Jeep Grand Cherokee blindada, modelo 2016, color negro, con 12 impactos de fuego.
Temen otro ataque. La comunidad de Pueblo Viejo continúa bajo vigilancia de militares y policías, pero la mayoría de los pobladores decidió huir del lugar.
Laura González vivió en carne propia la incursión de los armados. Vía telefónica, explicó que salió de su pueblo por el temor de otro ataque. Dice que entre los cerros todavía están los hombres armados y los vigilan.
“Mi casa tiene muchos impactos de bala en el techo, yo ese día nada más me tire al piso”, contó la mujer.
Agregó que desde que llegaron los armados llamaron para solicitar ayuda al gobierno, pero eso no sucedió. Los policías y militares acudieron hasta el sábado por la noche, cuando los sujetos ya habían huido.
Por ahora no piensa regresar a Pueblo Viejo, hasta que las fuerzas federales detengan a Juan Castillo Gómez, El Teniente, a quien responsabilizan de la incursión armada.
