Hay dos días que quedarán en la memoria de Jaime Rodríguez Calderón El Bronco: el 7 de junio de 2015, cuando se convirtió en el primer candidato independiente de la historia del país en ganar una gubernatura, y ayer, 15 de marzo, cuando fue detenido.
El Bronco revolucionó la forma de hacer campañas. Pese a que en 2015 no tenía recursos para financiar su estrategia política en Nuevo León, decidió hacerla a través de redes sociales y tan sólo en su Facebook llegó a tener hasta 6 millones de seguidores.
Rodríguez Calderón nació en 1957 en el ejido de Pablillo, en el municipio de Galeana; es el cuarto de 10 hijos. Es ingeniero Agrónomo Fitotecnista de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y seguidor de los Tigres, aunque sus verdaderas pasiones son el beisbol y los caballos.
Militó 33 años en el PRI, partido con el que fue diputado local, federal y alcalde de García. Quien lo conoce lo define como hábil, de mente ocurrente, malhablado y dicharachero, aunque también impulsivo y atrabancado.
En 2018, el gobernador pidió licencia para lanzarse como candidato independiente a la Presidencia de la República, buscando repetir la fórmula que le había dado el triunfo tres años antes.
En esa ocasión, cobró notoriedad cuando en el primer debate entre aspirantes presidenciales propuso “mocharle la mano” a cualquier servidor público que robara.
“Voy a presentar una iniciativa para mocharle la mano al que robe; así de simple, presentaré la iniciativa al Congreso, a ver si los diputados se atreven a aprobarla”.
Pero no le alcanzó para la elección presidencial, en la cual quedó en cuarto lugar, y regresó a dirigir Nuevo Léon, donde poco a poco vio caer su popularidad.