Chilpancingo.—
La noche del martes, pobladores del municipio de Huamuxtitlán, en La Montaña de Guerrero, tomaron el control de la seguridad y expulsaron a la Policía Estatal, a la que acusan de la desaparición y asesinato de dos jóvenes.
Unos 22 agentes de la Policía Estatal llegaron hace 15 días a Huamuxtitlán, después de la detención del director de la Policía Municipal, José Armado Ayala, acusado del delito de desaparición forzada en el caso de un joven en la comunidad de Santa Cruz, el 24 de mayo.
Al exjefe policiaco lo señalan de haber detenido al joven y entregarlo a una organización criminal. Cuando policías ministeriales lo arrestaron, el cadáver de la víctima fue encontrado afuera del módulo de seguridad, en el crucero de la carretera Tlapa-Puebla.
La noche del martes, en asamblea, los pobladores acordaron expulsar a la Policía Estatal y tomar la seguridad. Ayer, unos 500 habitantes hacían rondines, otro grupo bloqueaba la carretera federal Tlapa-Puebla y otros tomaron el ayuntamiento.
Dos homicidios el fin de semana. Esta nueva crisis de seguridad en Huamuxtitlán comenzó la madrugada del domingo, cuando Jesús Vargas Téllez y Ormuzd Godoy Rodríguez, de 26 años, se encontraban en una fonda en los límites entre Huamuxtitlán y Puebla, cuando una patrulla de la Policía Estatal se detuvo y los revisó. Esa fue la última vez que los vieron vivos.
Sus cadáveres fueron encontrados hacia las 9:00 horas en el basurero municipal, con impactos de bala. Tres horas después la Fiscalía General del Estado (FGE) llamó a la familia de Jesús para informar de la localización de los cuerpos.
Un perito identificó a Jesús por su tatuaje del pecho: “Téllez”, tenía escrito con tinta en la piel. Sabía que Jesús era de Huamuxtitlán.
La FGE halló los cuerpos por un reporte de la Policía Estatal.
Uno de los pobladores de Huamuxtitlán, quien por seguridad prefiere omitir su nombre, explica que la revisión que le hicieron los policías estatales a los jóvenes y la prontitud con la que reportaron el hallazgo de los cadáveres pone las sospechas sobre los agentes.
Los dos jóvenes trabajaban en un vivero en el municipio de Tlapa, uno era estudiante de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).
El doble asesinato, afirma el poblador, fue la gota que derramó el vaso. Asegura que en los 15 días que la seguridad estuvo a cargo de la Policía Estatal sufrieron abusos y detenciones arbitrarias.
Señaló también la falta de autoridad, ya que el alcalde, Elpidio Nava Rodríguez, no se ha vuelto a ver desde la detención del exjefe policiaco, y agregó que en su administración aumentaron los homicidios dolosos.
Los pobladores advirtieron que no desbloquearán la carretera ni tampoco liberarán el ayuntamiento hasta que la Guardia Nacional se haga cargo de la seguridad y destituyan al alcalde.