Nos comentan que Morena, no sólo a nivel federal, está causando estragos en la relación con la iniciativa privada. El caso más reciente, nos explican, se presentó en Puebla, donde la empresa Full Hen resultó pagando los platos rotos por el pleito entre el gobernador Miguel Barbosa Huerta y la alcaldesa de la capital, Claudia Rivera Vivanco, pues se armó tremendo escándalo por la compra que hizo el gobierno estatal de ventiladores médicos para pacientes Covid-19 y que resultaron usados. Al respecto, la empresa argumentó que siempre se supo que se trataba de equipo reconvertido para realizar la entrega de manera inmediata y no tener que esperar meses para la entrega de ventiladores nuevos, como ocurre con las compras de estos aparatos en todo el mundo, pero doña Claudia se quejó de que, cuando supervisó la entrega, hubo “actitud hostil” hacia ella y falta de voluntad política. Saquen las palomitas, que esto va para largo.
Desde Morelos, nos cuentan que ni con el cambio del presidente del Poder Judicial del estado —la semana pasada— se acabaron las diferencias entre los dos grupos de magistrados y, lejos de eso, parece que se ampliarán. Nos detallan que la presidenta saliente, María del Carmen Cuevas López, trabajó su bloque de nueve magistrados para colocar como su sucesor a Rubén Jasso Díaz, quien, nos dicen, no practica mucho la conciliación, pero sí la soberbia y prepotencia; ahora deberá enfrentar al bloque opositor de nueve magistrados, quienes, de entrada, lo desconocen en el cargo argumentando un proceso ilegal en su elección e interpusieron al menos dos denuncias penales por “ejercicio ilícito del servicio público”. ¡Ah, pa’ bienvenida!
Nos platican que en Chiapas cada vez es más difícil hacer respetar las medidas por la pandemia y más cuando los transgresores son funcionarios públicos. Nos relatan que en días pasados fueron vinculados a proceso —por separado— el exoficial mayor y el exdirector de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Chiapa de Corzo, por delitos en materia sanitaria, desobediencia y resistencia de particulares, por organizar tremendos pachangones y, cuando la policía llegó, intentaron charolear. Además, nos dicen, en Pijijiapan también están investigando a una síndica municipal por las mismas causas, por lo que varios en el estado están cuestionando: ¿así velarán por la vida de sus representados, cuando ni siquiera responden por la suya? ¡Pum!
Quien fue la comidilla de los críticos, nos comentan, fue el alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez Salinas (PRI), pues aprovechó el aniversario luctuoso de Venustiano Carranza para publicar un twit en el que dice que hoy, como antes, hay que retomar sus ideales para “defender a Coahuila del tirano del centro”. Muchos interpretaron, nos platican, que era una clara referencia al presidente, por lo que le pidieron a don Manolo estudiara historia y recordara que el estado estuvo 12 años en manos de una familia. Dicen por ahí que, quien se ríe, se lleva.