Zacatecas.— Al pintor Noé Viramontes Gómez el municipio de Jalpa —de donde es oriundo— le cerró las puertas; sin embargo, galerías de Estados Unidos se las abrieron y hasta ahora ha expuesto su obra en tres ocasiones.
Con 21 años de edad, Noé decidió dejar su carrera de ingeniería para adentrarse en el dibujo y la pintura, algo que al principio era su pasatiempo, pero que terminó por convertirse en su pasión por las artes visuales.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Noé admite que de niño destacaba en las matemáticas y creía que su futuro estaría relacionado con esta área. No obstante, fue en la preparatoria cuando tuvo su primer contacto en materias artísticas, entonces conoció la magia del dibujo a lápiz.
Al principio vio el arte como un pasatiempo y, a sugerencia de su madre, se inscribió en la carrera de Ingeniería Civil, por ser un alumno destacado en cálculo.
Al paso de los meses se fue involucrando más en el dibujo y acudió a clases para conocer diversas técnicas, como pinceles y óleo. Después, el joven ganó un concurso de pintura.
En ese momento Noé se dio cuenta de que para él el arte era su vocación. “Entonces me armé de valor y le comuniqué a mis padres que iba a dejar la carrera de ingeniería”, dice. Actualmente estudia la licenciatura en Artes Visuales, por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Mientras realizaba sus estudios, Noé tocó puertas para exponer sus obras y fue aceptado por el ayuntamiento de Jalpa; sin embargo, justo cuando tenía 14 obras listas le cancelaron la exposición.
Molesto, el joven vendió 10 pinturas, en su mayoría a personas radicadas en Texas, situación que luego le permitió abrirse puertas en el extranjero. Así, inició un nuevo camino. El joven zacatecano recibió una invitación de la galería ChimMaya Art Gallery para exponer en tres ocasiones a eventos dedicados a la pintora mexicana Frida Kahlo.
Ahora, Noé imparte talleres de pintura, escultura, grabado y dibujo. Admite que aún le faltan muchas metas por cumplir y pintar.