Cancún.— Los pilotes que atraviesan las cuevas subterráneas en el Tramo 5 Sur del Tren Maya están ubicados en una intersección entre dos cuevas con gran riqueza geológica y arqueológica, una es Manitas y la otra —descubierta recientemente— es Oppenheimer.
EL UNIVERSAL publicó ayer que los pilotes que sostienen la obra del Tren Maya están alterando la calidad del agua y destruyendo patrimonio geológico, de acuerdo con espeleólogos y activistas.
Oppenheimer, además de la película que obtuvo 12 nominaciones a los premios Oscar, es el nombre que recibió una de las más de 100 cavernas afectadas en la Riviera Maya por la megaobra en el Tramo 5 Sur, de Playa del Carmen a Tulum, que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende inaugurar en febrero próximo.
La caverna fue encontrada por el guía de turistas Elías Siebenborn, quien se ha dedicado a mapear las cuevas existentes en el trazo del tren y sus interconexiones, como parte de sistemas intrincados que forman la segunda red de aguas subterráneas más grandes del mundo.
El sitio, conectado con otra caverna relevante, llamada Manitas, guarda un “bosque de espeleotemas” y un espejo de agua “espectacularmente cristalina”, de acuerdo con la descripción que Siebenborn ofrece a EL UNIVERSAL.
Por separado, el hidrólogo Guillermo D’ Christy explicó que el pasado 29 de diciembre, junto a un grupo de activistas, se realizó una expedición en Oppenheimer, donde se observaron las primeras perforaciones hechas por la obra. Ahí se hincaron los pilotes, que cruzan el suelo kárstico hasta alcanzar el acuífero subterráneo, como parte de la construcción del Tren Maya.
Así lo corroboró este diario el pasado 21 de enero.
El hallazgo de Oppenheimer tuvo lugar entre junio y julio de 2023. Fue resultado de uno de tantos cambios del trazo que ha sufrido el Tramo 5 Sur del Tren Maya para evitar dañar cenotes o cuevas con vestigios arqueológicos, como Manitas.
Manitas es parte del sistema de cuevas subterráneas Aktun T’uyuls. Recibió ese nombre porque ahí están plasmadas marcas de manos de infantes hechas en la antigüedad. Esta cueva también forma parte de un grupo de vestigios muy amplio, donde había un templo o zona ceremonial. El trazo del Tren Maya le pasaba por encima. Para salvarla, desviaron el tramo 30 metros.
“Sin embargo, al desviarse se toparon con una zona arqueológica que volaron totalmente y llegaron a otra caverna. Esa otra caverna, que no tenía nombre, es la que bautizamos como Oppenheimer, descubierta por nuestro compañero Elías”, narró D’ Christy.
Elías Siebenborn recuerda que en el verano de 2023 fue a documentar lo que había en la zona a donde se desvió el trazo. Ahí se topó con esa caverna, cuya boca es muy grande y suele estar poblada por abejas.
Relata que al entrar notó que había una línea de vida, como se llama a la señalética que dejan los espeleólogos que mapean cuevas; también había una banderita para los mismos fines. Al adentrarse aún más, se topó con un paisaje que describe como “espectacular”.
“Es un bosque de espeleotemas”, dijo, con referencia a la numerosa existencia de estalagmitas y estalactitas —formaciones calcáreas milenarias— que se unen del techo al suelo y viceversa.
“Visualmente, Oppenheimer es más impresionante que otras cuevas, porque además tiene agua cristalina. Es una caverna sumamente hermosa”, aseguró.
Siebenborn dijo que se marchó con la teoría de que esta cueva debía estar conectada con Manitas.
Días después volvió para proseguir el recorrido con otros especialistas, como el espeleólogo Roberto Rojo, el naturalista Raúl Padilla y el propio D’Christy.
“Confirmamos la teoría, que esa caverna estaba conectada con Manitas y que forma parte de un sistema de cavernas llamado A’ktun T’uyul, mapeado en 2015 por Peter Sprouse. Es decir, ahora [las obras del tren] van a afectar dos cavernas: Manitas y Oppenheimer”, señaló Elías Siebenborn.
Sobre el nombre de la cueva, Guillermo D’Christy explicó que en los días que confirmaban la hipótesis de que las cavernas estaban conectadas, en el país se estrenaba el filme La teoría de Oppenheimer.
De acuerdo con D’Christy, el protagonista de la película, el actor Cillian Murphy, posee un fuerte parecido con Elías Siebenborn.
“Nosotros le echábamos carrilla a Elías porque se parece al actor que interpreta al doctor Oppenheimer.
“Luego armamos la expedición. Entramos por Oppenheimer y, efectivamente, salimos por Manitas, lo que confirma que forma parte de un sistema de cuevas. Y así se quedó el nombre”, contó D’Christy.
Ahora, la intersección entre ambas cuevas está marcada por los pilotes del tren, con consecuencias que aún no se dimensionan.