Juchitán.— Al arribar a la ciudad de San Pedro Tapanatepec, la coordinación de la caravana de migrantes lanzó un llamado a la comunidad internacional para que se manifiesten a favor de un “corredor humanitario de transporte” que traslade a poco más de 3 mil extranjeros en tránsito, mujeres y niños en su mayoría, a la Ciudad de México.
El coordinador del Centro por la Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, quien acompaña al contingente, explicó que tras caminar unos 300 kilómetros desde la ciudad de Tapachula, Chiapas, a San Pedro Tapanatepec, los migrantes vienen con la salud quebrantada y muchas madres requieren de carriolas para poder transportar a sus bebés.
Al llegar a Tapanatepec, unos mil 500 migrantes se trasladaron a un albergue o campamento provisional techado con lonas, con media docena de baños móviles y atestado de vendedoras de antojitos, agua y café.
Los migrantes que no alcanzaron lugar se quedaron en el parque municipal, en medio de una mañana con 33 grados de calor.
El presidente municipal de Tapanatepec, Humberto Parrazales, dijo que el albergue provisional se instaló a petición del gobierno de Oaxaca, con la finalidad de atender a los extrajeros que, se prevé, descansarán tres días en esa población en espera de que las autoridades migratorias respondan a su solicitud o accedan a otorgarles visas humanitarias, como se les había prometido y no se cumplió.
“Vamos a esperar 72 horas para ver si la comunidad obliga a las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) a que faciliten la entrega de las visas humanitarias” para los migrantes cuya integridad corre riesgo si se les deporta, mencionó García Villagrán. Agregó que hay 12 extranjeros desaparecidos, puesto que se separaron de sus familias en Mapastepec, Chiapas.
El ayuntamiento de Tapachula, Chiapas, puso en marcha un reglamento con el que intenta “limpiar” el centro histórico y parque central de vendedores ambulantes y evitar que migrantes de África, el Caribe, Asia, Centro y Sudamérica lo usen como un lugar de “espera”.
Las medidas prohíben a los migrantes “sentarse o acostarse en el piso y/o dormir en espacios públicos, ejercer cualquier clase de comercio ambulante o intercambio comercial, salvo que sean autorizados por la autoridad municipal”, tirar basura y hacer necesidades fisiológicas en la calle, entre otros. Con información de Fredy Martín.
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