Cuernavaca.— Unos 200 internos del penal de Atlacholoaya son considerados de alta peligrosidad por lo que deben sacados del Centro de Reinserción Social (Cereso) Morelos, catalogado de mediana seguridad, y reubicados en centros penitenciarios federales, declaró el comisionado estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros.
El almirante identificó al segundo bloque de internos de riesgo para la estabilidad penitenciaria, luego del traslado de 22 presos al Centro Federal de Readaptación Social de Michoacán y seis al de Nayarit, involucrados en los disturbios de octubre pasado en los que perdieron la vida siete internos y cuatro fueron heridos.
Con la reubicación del primer grupo, refirió el comisionado, bajó 27% la sobrepoblación del Cereso Morelos, de un total de 2 mil 290 internos, pero sostuvo que los otros 200 presos que aún permanecen en Atlacholoaya deben ser reubicados, por lo que ya buscó el apoyo del gobierno federal para su traslado.
Ortiz Guarneros explicó que, tras un análisis de los hechos, videos y testimonios, se determinó trasladarlos ante el peligro que representaban para las demás población penitenciaria, debido a que pertenecían a un bando contrario a la célula criminal de Los Rojos, que superan en número a los integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación y a un tercer bando conformado en el interior del propio penal llamado Los Chilangos, presuntamente responsables del cobro de piso y protección al resto de los reos.
Al ser cuestionado sobre el “autogobierno”, el comisionado rechazó tajante el término y sostuvo que a pesar de los hechos violentos retomaron el control del penal, trasladaron a los rijosos a la cárcel distrital de Jonacatepec de manera temporal y, el lunes, fueron llevados a los Ceferesos.
También dijo que se hizo una revisión en Atlacholoaya y se aseguraron diversos objetos punzocortantes y aparatos celulares.
Afirmó que Axel Oswaldo, hijo de Santiago Mazari El Carrete, líder de Los Rojos, no está considerado de alta peligrosidad y sólo esta vinculado a proceso por el delito de homicidio en grado de tentativa, en agravio del exedil de Amacuzac, Noé Reynoso Nava.