Dzilam de Bravo.— La llegada de pescadores “foráneos”, principalmente a este y otros puertos más de la costa oriente del estado, ha sido la causa de enfrentamientos, incendios de embarcaciones y amenazas de expulsión de parte de los lugareños, ya que, aseguran, esa gente “viene a depredar las especies y mariscos de la zona, usando artes de pesca prohibidas y además están alcoholizados y generan conflictos entre la misma población”.
Se trata, dicen, de pescadores de Campeche, Tabasco y hasta Veracruz que llegan únicamente a sacar especies de manera desordenada y luego se enfrentan a los mismos pobladores.
La comunidad de Dzilam de Bravo se unió y decidió sacar a esos pescadores y no sólo eso, sino que han pedido a las autoridades municipales y federales poner orden entre los permisionarios y patrones de grandes embarcaciones que son los que financian a la gente de otras entidades para que vengan a pescar bajo su tutela.
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“Luego resulta que se quedan y empiezan a generar conflictos entre los lugareños y se meten hasta con nuestras familias”, explica Fernando Francisco Cut Cauich, habitante de Dzilam González, un municipio colindante a Dzilam de Bravo.
Ante ese panorama ya mantienen una especie de filtro o “aduana” en el mismo puerto para detectar a este tipo de gente que no reside en Dzilam de Bravo y evitar que regresen.
No obstante, el problema persiste cada vez que inicia la temporada de captura del mero, pulpo o de langosta: “Regresan a lo mismo, no hemos podido lograr que ya no vengan porque los mismos permisionarios los apoyan dándoles dinero y embarcaciones”, denunció Cut Cauich.
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La llegada de pescadores de fuera no es exclusiva de Dzilam de Bravo, pues ahora también ya existe en Telchac Puerto y hasta Progreso.
En septiembre pasado, pescadores de Telchac Puerto, molestos por la invasión de pescadores de fuera, incendiaron dos de sus embarcaciones a manera de advertencia para que no regresen.
En otro puerto de la costa de Yucatán, pescadores de Santa Clara dieron un ultimátum a hombres del mar de Campeche y Tabasco para que en 24 horas se retiraran o serían los mismos pobladores los que los sacarían a fuerza.
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Contaminación a cuevas
En el municipio de Dzidzantún, cercano a Dzilam de Bravo, el mismo ayuntamiento intervino para poner guardia policiaca y pedir que se retiren los pescadores de fuera, pues se descubrió que los buzos foráneos que capturan pulpo no usan los métodos permitidos para la captura (las jimbas), sino que con cloro sacaban a la especie de las cuevas.
Los pescadores acusaron a estos buzos, en su mayoría de Campeche y Tabasco, de utilizar esta sustancia y otros químicos para depredar el pulpo en aguas del puerto, lo cual es un delito castigado por las autoridades federales, además de generar destrucción y contaminación en las cuevas donde habita ese animal.
“No queremos hacer justicia con nuestra propia mano, pero si las autoridades no hacen nada, tendremos que defender nuestro patrimonio”, exponen los afectados.
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En tanto, José Luis Gazcón Facundo, de origen veracruzano, pero quien lleva 35 años viviendo en Dzilam de Bravo en donde tiene una familia, esposa, hijos y nietos, comenta que la actitud de los pobladores de este municipio de no aceptar gente de fuera no es nada más por cerrados, sino por lo que esas personas han hecho.
“Vienen, depredan especies, usan artes prohibidas y les vale. Además, se emborrachan y buscan conflictos y enfrentamientos con las familias de Dzilam de Bravo”, acusa.
Opina que ojalá las autoridades federales intervengan, porque el arribo de esos pescadores es un riesgo: “Un día de estos habrá enfrentamientos más violentos y quién sabe qué pase”, advierte.
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Instalan puestos de control
En septiembre pasado, el Consejo Municipal de Pesca Sustentable de Dzilam de Bravo acordó impedir que pescadores de otros estados, principalmente de Campeche y Tabasco, capturen especies en ese puerto o de lo contrario se usará la fuerza pública o la comunidad los sacará del puerto.
Durante la sesión, se recalcó que la comuna instalará puestos de control para ver qué tipo de gente llega al puerto, y si hay pescadores que traen consigo artes de pesca prohibida, se procederá al decomiso.
También se hizo énfasis en que se notificará a todos los permisionarios pesqueros que el que tenga algún trabajador de otro estado tendrá que retirarse del municipio, de lo contrario, la gente del puerto tomará acciones más drásticas.
“Instalamos este consejo para proteger los recursos marinos de los cuales dependen las familias de Dzilam de Bravo”, subraya Gerónimo Medina Trejo, alcalde de este municipio.