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Cancún.- Descubierta entre la selva, desde el 9 de noviembre de 2016, por un conjunto de exploradores, la “Angry Wasp” o “Avispa enfadada” es el nombre de una gigantesca caverna subterránea localizada en la localidad de Xpu Ha, cuya entrada está justo por donde corre el nuevo trazo del Tramo 5 del megaproyecto Tren Maya, que va de Cancún a Tulum.
Para llegar a ella hay que recorrer un promedio de 28 kilómetros desde Playa del Carmen, municipio de Solidaridad, hasta llegar al oeste de Río Secreto y adentrarse a la selva.
La caverna, sumando los brazos que la conforman, abarca un promedio de 3 mil 278 metros de longitud y se encuentra a unos seis metros de profundidad, conectando con el acuífero subterráneo, explica Roberto Rojo, del Círculo Espeleológico del Mayab.
La entrada de esta singular cueva se encontraba semioculta por la vegetación de la zona, pero quedó al descubierto con los avances de la devastación de la selva, iniciada a finales de febrero pasado con motivo de la apertura de una “brecha” como parte de los trabajos preparatorios para la construcción del Tren, brecha que se prolonga a lo largo de varios kilómetros y posee entre 50 y 60 metros de ancho.
El espesor del techo de la entrada de la caverna “Avispa enfadada” es de apenas dos metros y es, como otras cuevas, el sitio de dónde bebe el 45 por ciento de la fauna silvestre de la zona, ante la ausencia de ríos superficiales, detalla el también biólogo y espeleólogo, al señalar que el sitio es además refugio de murciélagos.
“Es muy importante entender que estas cavernas subterráneas son, en sí mismas, sistemas frágiles y saludables, muy hermosos, que están conectados con la selva, los ríos subterráneos y especies únicas, como la Dama Blanca, una de las dos especies de peces ciegos que existen en la Península de Yucatán, por ejemplo”, expresó.
Un proyecto inviable
El espeleólogo Guillermo D’ Christy, integrante del proyecto Cenotes Urbanos, con sede en Playa del Carmen, indicó que la existencia de esta caverna confirma lo advertido por científicos, académicos y organizaciones civiles, en torno a la inviabilidad de sacar adelante este tramo del megaproyecto Tren Maya, debido a la presencia de numerosas cuevas de este tipo, inundadas o semi inundadas, mapeadas e inexploradas aún, por donde corre la red de ríos subterráneos más grande del mundo.
“Es necesario que la gente y el propio gobierno comprendan que no estamos en contra del proyecto. No se trata de estar en contra de un Tren. Lo que decimos es que este no es el lugar correcto para construirlo, porque es un sitio muy sensible.
“En el nuevo trazo van a salir más cuevas como esa, porque simple y sencillamente es el punto con el mayor número de cavernas subterráneas. No es algo que la ingeniería no pueda resolver, la tecnología puede resultar, pero no se está en tiempo, no se tienen los estudios, ni siquiera se tiene presentada la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para evaluar los impactos. Tampoco cuenta con autorizaciones de cambio de uso del suelo forestal”, expresó.
En entrevista, explicó que intentar elevar el tren mediante viaductos o segundos pisos, como declaró en esta semana el presidente, Andrés Manuel López Obrador, sobre ese mismo suelo de roca caliza, tampoco es viable, pues tendría que ser perforado para colocar un sin número de pilotes, lo que supone otro tipo de riesgos, de estudios previos por realizar y de costos económicos más altos por asumir.
Entre los aspectos a evaluar están la profundidad para el hincado de los mismos y su correcta cimentación. Estudios de topografía e hidrología, por ejemplo.
Pilotear –dijo– puede implicar la contaminación de los ríos subterráneos o que los pilotes no se fijen adecuadamente, como se ha documentado videográficamente debajo de un hotel localizado en Tulum.
Las imágenes, difundidas por distintos espeleólogos, dan cuenta de la materia orgánica acumulada en los pilotes y cómo algunos de ellos han quedado volando, pues la roca en que se cimentaron se fracturó o no se hincaron correctamente.
D’ Christy advierte que, evidentemente, para zanjar ésta y otras cuevas, los ingenieros militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la empresa que ganó la concesión para el desarrollo de las obras, optará por rellenarlas o dinamitarlas para emparejar el suelo, con lo que destruirán sitios con una cantidad incalculable de vestigios arqueológicos y geológicos e información sobre los primeros pobladores de América, tesoros albergados en estas cavernas.
“Nada más para que te des una idea, en estas cuevas se han encontrado al menos 10 esqueletos o restos óseos más antiguos de América. Esto no es algo nuevo, está plenamente documentado, se ha hablado ya mucho de ello. El gobierno lo sabe”, dijo.
El espeleólogo comenta que precisamente en la caverna “Angry Wasp” se observó en estos días a personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizando prospecciones y, probablemente, rescatando vestigios, lo que hace temer que la cueva sea rellenada o destruida.
Con él coincide Roberto Rojo, fundador del proyecto Cenotes Urbanos que, desde hace cuatro años, entra con infantes, adolescentes y adultos, a mapear cavernas y cenotes. Desde 2013 han mapeado 81 cuevas de las 300 que se estima, existen en Solidaridad.
Responde el INAH
El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Quintana Roo, Margarito Molina, garantizó que se están tomando todas las medidas necesarias para prever que los trabajos y obras del Tren Maya en este y todos los tramos, no afecten patrimonio histórico, arqueológico o paleontológico.
En entrevista, el funcionario manifestó que existe un promedio de 300 personas, entre arqueólogos, especialistas y brechadores inmersos en trabajos de prospección, salvamento y rescate en el Tramo 5, desde enero pasado.
Descartó que hasta este momento se haya encontrado algún tipo de vestigio en la cueva de Angry Wasp, dijo que no debería sorprenderle a nadie la existencia de esa y otras cavernas inundadas o semi inundadas, pues se conoce que en ese tramo es el punto de mayor presencia y aclaró que no necesariamente en todas tiene que haber algún vestigio o tesoro del pasado.
Añadió que están en constante comunicación y reuniones con el Fonatur e ingenieros de las empresas encargadas de los trabajos y que estos son muy receptivos a las recomendaciones hechas por la Semarnat y por el propio Instituto para asegurarse de que no existan daños al patrimonio, para lo cual se han planteado pivoteos (desvíos) y otras soluciones que impliquen el menor de los impactos.
“No sé si será parcial o totalmente elevado en el Tramo o en parte del Tramo, pero lo que es un hecho es que el Instituto y todas las autoridades involucradas están actuando con total responsabilidad y con mucho cuidado. Es un trabajo descomunal el que se está haciendo”, sostuvo.