Guadalajara.— La última llamada que hizo Javier Sánchez Hernández fue a su hijo, tras sentir un impacto fulminante en el cuerpo sólo logró tomar su teléfono y marcar, no hubo más, no alcanzó a decir nada.
Javier es el hombre de 59 años que murió el lunes por una bala perdida en Guadalajara durante la persecución de los presuntos agresores del ex fiscal y actual secretario del Trabajo de Jalisco, Luis Carlos Nájera.
Su hermano, Marco recuerda que la llamada la recibió uno de los dos hijos de Javier: “Mi sobrino duró como 15 minutos hablándole, papá, papá, se escuchaban muchas ambulancias, ruido, pero él no respondía”.
Alrededor de 5:30 salió de trabajar, pero no llegó a casa, a las 7 de la noche su pareja comenzó a buscarlo, llamó a Marco para pedirle ayuda y él comenzó a llamar a Javier, pero el teléfono mandaba a buzón.
Primero fueron a buscarlo a la Cruz Roja, no encontraron nada; fueron a las instalaciones de la fiscalía, y todo estaba cerrado, las corporaciones policiacas estaban en alerta ante el atentado al funcionario público.
“No había paso para nadie, pero luego nos dejaron pasar, preguntamos por el asunto de mi hermano, me decían que no podían dar información porque estaba todo caliente”.
Para entonces Javier había muerto: alguien reportó que había un hombre herido sobre la avenida López Mateos casi llegando al Camino a la Tijera, un sitio por el que Javier pasaba a diario para regresar a casa; los paramédicos que llegaron al lugar lo encontraron sin vida, sin nada que sirviera para identificarlo, lo enviaron a la morgue como “No Nombre”.
“Esa madrugada fuimos a recorrer, como le digo, la 14, no nos dieron información, nos fuimos a la Cruz Verde, Cruz Roja, al último fuimos a la Calzada (donde se encuentra la fiscalía para desaparecidos) a hacer una denuncia de la persona, nos pasaron, tomaron información de mi hermano, cómo era físicamente, ahí nos dijeron que había una persona muerta algo parecida”, señaló Marco.
A las 5 de la mañana del martes llegaron al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, pero les dijeron que volvieran más tarde.
“Ya ahorita, ya pasaron tres días, ya la vi su foto, ya dije que sí es y apenas nos van a entregar su cuerpo”, relató Marco este miércoles por la tarde.
La fiscalía del estado tardó más de 24 horas en reconocer que Javier era una víctima colateral de los hechos violentos del lunes y tardó más en brindar apoyo a su familia.
Marco recuerda a Javier como alguien que siempre apoyaba a quienes lo necesitaran.