Tapachula.— La segunda caravana Viacrucis Migrante de este mes partió la mañana de ayer (Sábado de Gloria) con destino a Estados Unidos, con unas 800 personas, entre hombres, mujeres, niños y adultos mayores, quienes tras caminar dos horas, acordaron con el Instituto Nacional de Migración (INM) ser trasladados al municipio de Huixtla para atenderlos el día lunes.
La caravana, denominada Viacrucis Doloroso, inició su caminata a las 7:00 de la mañana, del parque Bicentenario, donde la mayoría de las personas en movimiento se encontraban en situación de calle.
El contingente era encabezado por dos migrantes que cargaban cruces grandes de madera en color blanco, seguido de una manta grande con la leyenda “Viacrucis Migrante 2022” y pancartas donde se acusa al INM de cobrar 600 dólares por adelantar las citas para tramitar la visa humanitaria y que los documentos migratorios que se expiden en Chiapas no son válidos en Ciudad Acuña y Piedras Negras, Coahuila, ya que los migrantes son detenidos y regresados a Tapachula y Tabasco.
En medio de consignas y el canto de himnos de sus países de origen, los migrantes, en su mayoría de Venezuela, Cuba, Colombia, Haití, Nicaragua y algunos de Honduras, El Salvador y Guatemala, caminaban por la carretera Costera rumbo a la Ciudad de México.
Antes de iniciar la caminata, el subdelegado del INM en Chiapas, Hugo Salvador Cuéllar, pidió al contingente esperar al día lunes para ser atendidos, petición que fue rechazada por la comunidad migrante.
El organizador de la caravana, Luis Rey García Villagrán, señaló que en este contingente viajan los migrantes pobres, las familias que no pudieron pagarle al instituto los altos costos que piden por los documentos migratorios.
Abundó que el objetivo de esta caravana es salir de Tapachula, considerada una cárcel para los migrantes y que el INM les otorgue documentos migratorios con validez en todo el país y por un año.
En este contingente viaja la cubana Ismaray, con su esposo y sus dos hijos de dos y seis años de edad, quien acusó a personal del INM de querer cobrarle mil dólares para que en tres días les entregaran sus documentos migratorios.
“Yo no tengo mil dólares, somos migrantes no millonarios. No tengo ni para comprarle agua a mis hijos, por eso llevo tres días durmiendo en el parque. No me queda de otra que irme en la caravana, a pesar de los riesgos que corremos”, señaló.
El activista comentó que la mayoría de los migrantes que ahora van en la caravana vienen huyendo de países con gobiernos dictadores como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Yuleidi, quien carga la cruz de madera, es venezolana; huyó de su país debido a la difícil situación económica que atraviesa. La mujer, que viaja con su madre de 66 años y sus hijos de tres y seis años, aseveró que huyó de Venezuela por estar en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
“Vengo huyendo del gobierno; como quien dice, sino estás con él tienes que estar fuera del país y nosotros no queremos estar con él. Debería de irse más bien, para nosotros regresar”.
“¿Si él se va, ustedes regresan?”, se le cuestionó. “Regresamos, como sea, pero regresamos a nuestro país”, dijo.
Tras caminar el contingente siete kilómetros por dos horas, hasta el punto de verificación del INM en el ejido Viva México, el subdelegado del INM en Chiapas propuso a los migrantes ser trasladados en autobuses al municipio de Huixtla, para que el lunes les otorguen sus documentos migratorios, petición que en esta ocasión sí fue aceptada.
García Villagrán advirtió que si el INM continúa sin atender a los migrantes “pobres” seguirán saliendo en caravana.
El activista también organizó la caravana Viacrucis hace 15 días, la cual, tras dos intentos fallidos de desmantelarla en forma violenta, optaron por trasladarlos en autobuses hasta los estados de Oaxaca y Tabasco, donde les entregaron las visas humanitarias para que pudieran transitar por territorio mexicano.
Muchos de esos migrantes ahora han enviado fotos y videos informando que ya se encuentran en Estados Unidos.