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Tuxtla Gutiérrez, Chis.- El Papa Francisco nombró este domingo cardenal al Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, de 80 años de edad.
El prelado dijo que le resultó sorpresivo figurar en la lista de cardenales nombrados por el Papa. Aseguró que su nuevo cargo es un reconocimiento a su labor pastoral en los obispados de Tapachula y San Cristóbal de las Casas, además de su labor en Toluca , Estado de México, donde actualmente reside.
Precisó que, en su caso por ser mayor de 80 años —los cuales cumplió el 1 de mayo pasado— no asumirá responsabilidades que corresponden a cardenales menores de esa edad, las cuales consisten en presidir alguna congregación en el Vaticano y participar en la elección del Papa.
Para él, que ya rebasó los 80 años , el nombramiento es como "un título honorífico” , subrayó el prelado.
Comentó que la mañana de este domingo empezaba su oración cuando se enteró del nombramiento como cardenal.
"Siempre veo lo que dice el Papa los domingos y empiezo a ver muchos correos, y confirmé que así era, pero me tomó por sorpresa”.
Arizmendi Esquivel
agregó que después de la designación papal continuará residiendo en Toluca.
"Para mí ya no hay mayor cambio; repito, no me implica mayores cosas", dijo.
"Si Dios permite, tendré que ir a Roma, a finales de noviembre para recibir el nombramiento, pero nada más”, señaló.
El Obispo Emérito enfatizó que su nombramiento es un reconocimiento a su trabajo religioso.
Lo quiero compartir con la Iglesia en Chiapas y en Toluca "porque el trabajo no lo hace uno solo, lo hacemos juntos”.
En ese itinerario como líder espiritual destacó su acompañamiento a migrantes en el obispado de Tapachula y con pueblos originarios en la diócesis de San Cristóbal de las Casas, y en Toluca con las comunidades campesinas y originarias.
"Ha sido un camino que Dios me ha puesto. Este título es un reconocimiento a uno, pero yo soy deudor de mi pueblo, de mis raíces, de mi familia y deudor de Toluca y de Chiapas”, aseveró.
A la grey de Chiapas pidió que se considere como parte del reconocimiento, ya que sacerdotes, diáconos, catequistas o comunidad "no trabajan solos, trabajamos juntos. Este reconocimiento para un servidor es también para ellos", les dijo.
“Soy lo que soy por Dios y por la comunidad. No quiero atribuir esto a méritos personales, sino como reconocimiento a la labor que como Iglesia juntos hemos estado haciendo, que lo gocen, lo sufran y lo sigamos apreciando y valorando de esta manera”.
Felipe Arizmendi
expuso que antes de él fueron cardenales eméritos en el país, Alberto Suárez Inda, que fue arzobispo de Morelia, Michoacán, y Sergio Obeso, arzobispo emérito de Xalapa, Veracruz.
El nuevo cardenal nació el 1 de mayo de 1940 en el Estado de México. En el período de 1991 a 2000 fue obispo de Tapachula, en sustitución de Luis Miguel Cantón Marín, fallecido en un accidente aéreo en Tuxtla Gutiérrez, a donde viajó para recibir a Juan Pablo II.
Luego, de 2000 a 2017 estuvo en el obispado de San Cristóbal de las Casas, al relevar al extinto Samuel Ruíz García.
apr/jcgp