Oaxaca.— La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) pagó 100 millones de pesos por la instalación de 36 aulas provisionales para poder seguir con sus actividades académicas luego de los daños ocasionados por el terremoto de 8.2 grados que devastó al estado en 2017.
De acuerdo con Eduardo Bautista Martínez, rector de la universidad estatal, el monto fue tomado de recursos de la institución, lo que permitió atender a los 2 mil alumnos de los niveles medio superior y superior que se quedaron sin salones de clase debido a las afectaciones que sufrió la infraestructura educativa, tanto en la capital como en las regiones de la entidad.
La medida sólo atiende 42% de los daños que generó el desastre natural en los campus de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, los cuales ascienden a 240 millones de pesos, y que aún no son ejercidos en la reconstrucción.
Refirió que todavía no existe una fecha precisa para la conclusión de las obras en Ciudad Universitaria, la Facultad de Odontología, en la preparatoria 1 de la capital, así como en la preparatoria 4 de Tehuantepec, en el Istmo.
De acuerdo con el secretario técnico de la institución educativa, Enrique Mayoral, de los 36 salones provisionales, se instalaron 20 en la preparatoria número 1; 10 en la preparatoria 4, y se habilitaron seis en la Facultad de Odontología.
Demolición tardía. El terremoto que ocurrió hace dos años en el estado afectó a 38 edificios, de los niveles medio superior y superior, los cuales todavía no son reparados en su totalidad.
En algunos, el avance de reconstrucción es de 40% y en otros, apenas comienza.
Bautista Martínez considera que una de las causas es la falta de comunicación entre las instancias afectadas y aquellas que son las responsables de la reconstrucción.
Espera que con la nueva administración federal, en coordinación con el gobierno de Oaxaca, se pueda lograr la conclusión de las obras, y destaca que recientemente el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (Iocifed) se comprometió a levantar los edificios que resultaron afectados.
Las autoridades educativas tienen contemplado que 50% de los recursos sean tomados del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que provienen de la Federación, y el otro 50%, del fondo regional administrado por Banobras, en coordinación con el gobierno estatal.